Rafael Peralta recibió las llaves de Sevilla para los Reyes Magos
Juan Manuel Labrador. El Ateneo de Sevilla se disponía a vivir en la tarde de ayer el preámbulo de una ya inminente cabalgata de Reyes Magos. A las seis de la tarde se abrían las puertas de la Docta Casa para dejar salir a la comitiva que acudiría al Ayuntamiento para que el Heraldo, encarnado en esta ocasión por el rejoneador Rafael Peralta Pineda, recogiese de manos del Alcalde las llaves de la ciudad.
Desde una hora y media antes de la salida, en el Ateneo brotaba la impaciencia ante lo que estaba ya por venir, y poco a poco iban llegando las personas que darían color y alegría al cortejo que escolta al Heraldo. Cómicos momentos fueron los que se vivieron cuando Rafael Peralta era maquillado, llegando a reconocer "que de negro estoy más guapo".
El cortejo, tras salir del Ateneo, fue en dirección a la Campana para tomar las calles Velázquez y Tetuán hasta desembocar en la Plaza Nueva, donde se llegó con cierto retraso sobre la hora prevista, puesto que el Heraldo, en su intención de ser una persona cercana a todos, y muy especialmente a los niños, no dejó a ninguno sin saludar, aunque sí se quedó sin caramelos tanto a la ida como a la vuelta, diciendo que "no han traído suficientes desde Oriente".
En el Ayuntamiento esperaban el Alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el presidente del Ateneo, Enrique Barrero González, acompañados, entre otros, por Luis Miguel Martín Rubio (Melchor), Antonio Morera Vallejo (Gaspar) y Macarena Martín (Estrella de la Ilusión). Hermosísimas fueron las palabras con las que Peralta solicitó las llaves, concluyendo con una frase gozosa una vez recibió el encargo que iba a cumplir: "¡Sevilla es nuestra, es de los Reyes Magos!"
En torno a las siete y media se inicia el regreso a la calle Orfila, que fue algo más rápida que la ida, llegándose al Ateneo a las ocho y cuarto de la noche, y siempre acopañado por una numerosa multitud que no dejaba de entregar sus cartas tanto al Heraldo como a sus auxiliares, entre los que se encontraban dos hijos de Peralta: Rafael, que fue Pregonero Universitario la pasada cuaresma, y Rocío.
Ya sólo nos queda disfrutar hoy con el recorrido triunfal de Melchor, Gaspar y Baltasar por las calles de Sevilla, porque la venia ha sido concedida un año más, cumpliéndose el rito que instauró hace ocho años el recordado Antonio Hermosilla.
Fotos: Juan Manuel Labrador.
Galería relacionada: 05/01/2006 - Galería de la recogida de las llaves de Sevilla por parte del Heraldo. José Luis Martínez.