moralesbermudo@yahoo.es

 

www.artesacro.org       

 

 

3/09/2004- De Frente: ¿Para cuando el reconocimiento a los nazarenos?. Morales Bermudo.

Leí una noticia en un periódico removiendo un tema que creía hace tiempo zanjado, sobre la posible instalación de un monumento a los costaleros. Pese a que la iniciativa tiene su antigüedad y, como el monstruo del Lago Ness, aparece y desaparece, la creía olvidada por, tengo que decirlo, absurda. No soy anticostalero, pero tampoco me he metido nunca debajo de un paso, y reconociendo la labor de “los de abajo”, entre los que tengo muchos amigos, me parece excesivo que se les homenajee con nada menos que un monumento.

Es cierto que ellos son uno de los factores que contribuyen a que nuestra Semana Santa sea como es, pero ni son el único ni el fundamental, sino sólo uno más, junto a otros como los músicos, los acólitos, servidores, el público, las autoridades, Sevilla y sus calles y, por supuesto, los nazarenos. ¿De ellos no se acuerda nadie? Hace pocos días un amigo costalero me comentaba que ya se veía con pocas fuerzas para seguir ajustándose la faja y el costal muchos años más, que este año si saldría, pero que al siguiente a lo mejor ya no. Yo que lo conocí en mi Hermandad de nazareno, sacando una insignia, le inquirí ¿volverás a salir de nazareno, no? Me respondió con dudas, y una de sus frases me hizo reflexionar sobre lo que se cuenta y lo que no se cuenta de los costaleros.

Mi amigo me afirmó textualmente: “Es que salir de costalero es muy cómodo”. Siguió explicándome como, en realidad, cada costalero está bajo el paso la mitad del recorrido (hoy todas las Hermandades disponen de dos cuadrillas por paso), mientras el nazareno lo hace entero, con la incomodidad añadida de marchar al templo y volver a casa cubierto, mientras el costalero, costal y faja enrollados bajo el brazo, se reúne con sus compañeros en los bares de los alrededores. Continuó comentándome que durante el recorrido tenía tiempo de comer, beber, fumar, mientras si salía de nazareno, obviamente no; añadió que se acercaba a ver a los pasos, cosa que los nazarenos no podían. En definitiva, desde su experiencia en los dos lugares veía más cómodo salir de costalero que hacerlo de nazareno.

Conozco hermanos de algunas Cofradías (la mayoría, si atendemos a las estadísticas), que no salen en su Hermandad de nada porque simplemente, ven mejor a sus titulares de paisano que en el tramo que les correspondería, muy distanciados de los pasos. ¿En quién recae entonces el mérito?

Propongo que se haga el monumento al nazareno de Sevilla, al que lleva más de cuatro siglos siendo el protagonista máximo y también el menos reconocido de nuestra Semana Santa. Antes de que Moeckel se invente ningún SMS para sacar el dinero (que luego no consigue, pues ni el Salvador se restaura gracias a él ni el manto de las Lágrimas tampoco), los cofrades de a pie y de capirote tenemos que conseguir que se reconozca al nazareno de Sevilla.
 

 

Arte Sacro no se hace responsable de la opinión vertida por sus colaboradores, en cualquier caso pueden ponerse directamente en contacto con ellos en los correos electrónicos que aparecen en las páginas.

 

Foto Cabecera: Archivo Serrano - © Arte Sacro 2004