A nuestro amigo Fernando Carrasco. La Contenida

Y de nuevo Cuaresma.

Un año más, y ya son varios desde que hablamos por primera vez.

- ¿Hablamos con él?

- Llámalo tú, Juan, que no va a querer…

- …Tú serás Mesa, tú Gamazo y tú Montañés.

Conciso, claro, rotundo, elegante. Así fue.

Aquel SEÑOR no conforme con prestarnos un trozo de su corazón, nos dio un trozo de él, entregándose en cuerpo y alma para que un grupo de jóvenes con ganas de volar dieran forma y vida a uno de sus bienes más preciados. ¡Qué valor, amigo!

Y de nuevo febrero.

Fríos ensayos a la luz de los tenues focos que alumbran las palabras que nos prestaste para regalar a Sevilla. Tu Sevilla.

Y entre texto y texto, risas. Muchas risas, recordando algunas de las muchas anécdotas contigo en aquellos largos ensayos de invierno.

Y de nuevo estarás ahí.

Como lo estarás cada año, amigo, sentado de la mano de tu mujer viendo emocionado el último ensayo mientras recitas entre dientes algunos de los monólogos que nos enviabas al móvil al llegar a casa, minutos después de despedirnos.

-“¡Vamos a formar un auténtico lío!”

Y vaya si la hemos formado, Fernando…  ¡En vaya lío nos has metido!

Hoy no queremos hablar de fechas, ni precios ni horarios. Hoy no queremos hablar ni de fotos, maquillajes, vestuarios. Hoy queremos hablar de ti, Fernando. Contigo.

Estas ocho van por ti. Ya lo sabes.

Te queremos.

La Contenida      

Foto: Mariano Ruesga Osuna.