Provincia. Nuestro Padre Jesús de la Paz ya descansa en el corazón del alcalareño Barrio Silos

Manuel Pinto Montero. Intenso fin de semana el que ha vivido la joven Asociación Parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Paz en el beso de Judas y María Santísima de la Estrella con la bendición de su titular cristífero. El sábado, 13 de junio, tuvo lugar la bendición y posterior procesión de la sagrada imagen, mientras que el domingo, 14 de junio, se realizó el traslado a la Capilla donde recibirá culto el Señor de la Paz, perteneciente a la Parroquia de la Inmaculada Concepción de la ciudad alcalareña.

Pasada las ocho de la tarde se abrían las puertas del Templo Parroquial y se iniciaba el traslado de Nuestro Padre Jesús de la Paz. La Cruz Parroquial abría el Cortejo seguida por los hermanos de la Asociación. El Señor de la Paz fue portado en andas, cedidas por la Asociación de la Divina Pastora de Alcalá de Guadaíra, estando alumbrado por cuatro faroles de la Hermandad de San Mateo de la localidad. Durante el traslado el Señor llevó a sus pies una carta escrita por el grupo joven de la asociación.

Muchos fueron los devotos que portaron las andas durante el itinerario, incluso su autor, Fernando Castejón, llegó a portarlas al llegar a las calles del barrio. Antes de llegar a su Capilla el Señor de la Paz paseó por las calles aledañas al Templo Parroquial para buscar calles inéditas de la feligresía. Entre árboles paseó por la calle Mar Cantábrico antes de adentrarse en la Plaza de la Paniza y llegar a la calle Silos. Ya en su barrio buscó la calle Trigo, Cebada y Espiga hasta llegar a la calle Maíz donde se encuentra su Capilla.

Con gran emoción de los presentes el Señor de la Paz entró en su capilla ante la atenta mirada de muchos fieles, marcaba el reloj las diez y media de la noche. Lágrimas en los ojos de sus devotos al tener al Señor en casa, donde rezarle y pedirle en cada momento. El párroco don José Manuel dirigió unas oraciones antes de que una gran ovación rompiera el silencio de la capilla y de nuevo las lágrimas y los abrazos se cruzaron ante la atenta mirada del Señor de la Paz.

El barrio Silos ya tiene un nuevo vecino al que irán dirigidas todas las oraciones y peticiones. El Señor con sus brazos abiertos acogerá a todo un barrio en su humilde capilla.

Fotos: Manuel Pinto Montero.