Provincia. El Beato Antonio Martínez Gil procesionó por su pueblo de Montellano con motivo de la bendición de la imagen

Manuel Pinto Montero. La mañana del 1 de noviembre fue bendecida la imagen del Beato Antonio Martínez Gil en la Parroquia de San José de Montellano ante la atenta mirada de muchos fieles y devotos que sienten gran fervor por este insigne Beato. Con esta bendición el pueblo de Montellano ha iniciado los actos conmemorativos del Centenario del Nacimiento de uno de sus vecinos más querido. En un principio la Eucaristía estaba prevista en la calle que lleva el nombre del Beato pero las inclemencias meteorológicas lo impedían, por lo cual se celebró en el interior del Templo Parroquial de San José.

El Beato Antonio Martínez Gil nació en Montellano el 2 de noviembre de 1916 muriendo martirizado en Paracuellos del Jarama el 30 de noviembre de 1936, a la edad de 20 años y siendo novicio de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El 25 de octubre de 1992 tuvo lugar en Roma la Beatificación de este montellanero.

Una vez que finalizó la Eucaristía se inició una gloriosa y extraordinaria procesión por las calles de su pueblo. La imagen del Beato Antonio Martínez Gil, obra del escultor Manuel Martín Nieto, procesionó sobre sencillo paso que alumbraba cuatro hachones de cera en las esquinas y estaba exornado con flores de distintas tonalidades en las jarras de plata colocadas en las esquinas de la peana. A sus plantas se encontraba un relicario que custodia la Hermandad del Gran Poder de Montellano, corporación que lo tiene como titular. El Beato lució el hábito de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, portando en su mano derecha una sencilla cruz de madera.

Las Hermandades de Montellano, hermanos de la Orden de San Juan de Dios, el clero local, seminaristas de la Diócesis de Sevilla, así como hermanos con cirios de la Hermandad del Gran Poder compusieron un largo cortejo que acompañó al Beato por un itinerario distinto al previsto inicialmente, y es que las previsiones de lluvia hizo que se tuviese que modificar.

A las once y media de la mañana el Beato Antonio atravesaba el dintel del Templo de San José e iniciaba una gloriosa procesión por aquellas calles que hace un siglo lo vieron nacer. Minutos antes de la salida la familia del Beato tocó el llamador en el interior del Templo bajo una intensa emoción de los presentes. La Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Salud de Los Gitanos de Sevilla puso sus sones tras el paso del Beato que visitaba en su caminar la Ermita del Cristo de los Remedios y el Convento de las Hermanas de la Cruz.

Los Hermanos del Costal, que tan buena labor hacen en el pueblo de Montellano, tuvieron el honor de portar al Beato Antonio Martínez Gil en este entrañable acto que inicia todo un año de encuentro en torno a este querido vecino del pueblo de Montellano.

Fotos: Manuel Pinto Montero.