Arte Sacro
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Sacra Híspalis. Resplandor argénteo de la parasceve. La orfebrería según Sevilla (IV)


Arte Sacro. En 1344 Alfonso XI crea las ordenanzas de los Orfebres sevillanos que se organizaron como gremio a mediados del siglo XIV.

En el siglo XVI, se funda la Hermandad de San Eligio y su Hospital, patrón de los plateros. Su devoción perduró hasta mediados del XVII.

De las tres etapas que conforman el Renacimiento, fue la segunda la que dio esplendor y prestigio a la orfebrería, etapa ésta a la que pertenece la Custodia Grande de la Catedral de Sevilla, obra del genuino orfebre leonés Juan de Arfe. Grandes plateros y orfebres trabajaron en nuestra ciudad, dejando un auténtico legado que ha permanecido hasta nuestros días. Maestros orfebres como: Francisco de Alfaro, Juan de Arfe, Laureano de Pina, Manuel Guerrero, Blas Amat, Tomás de Pedrajas, José Alexandre, Cayetano González, Isaura, Francisco Bautista, Marmolejo Camargo, Seco Imbert, Seco Velasco, Juan Fernández, García Armenta, Juan Borrero, Ángel Gabella, León Peñuela, Villareal Fernández, Emilio Landa, Delgado López, Juan Fernández, de los Ríos Navarro, Orfebrería Giralda y Jorge Ferrer, entre otros.

Comenzamos el itinerario en la Iglesia del antiguo Convento de la Paz, sede de la Hermandad de la Sagrada Mortaja. Allí Irene nos habló de la historia de la hermandad que se funda en el siglo XVI, con motivo de encontrar en la Iglesia de Santa Marina una pequeña talla de la Piedad en el hueco de la torre.

A ésta cofradía pertenecieron los escribanos y los sederos.

En 1677, Cristóbal Pérez realiza la imagen de Nuestro Padre Jesús Descendido de la Cruz; igualmente, ante el escribano Bernardo García se formaliza la compra de la Capilla de la Hermandad a la parroquia de Santa Marina, representado a cada parte Juan Méndez de Ojeda como Mayordomo de la Cofradía y Diego Riquelme de Arena como Mayordomo de la Parroquia.

La hermandad se encuentra en esta capilla desde 1936, como consecuencia del incendio de Santa Marina, donde se encontraban y desde 1967 es de su propiedad.

Procesiona desde un principio el Viernes Santo, haciendo durante años con un paso alegórico con un Sol eclipsado, hasta el siglo XVIII.

Este Misterio se recoge en el Evangelio de San Juan 19,40. En el se representa el instante en que Jesús es Descendido de la Cruz y está yacente, en el regazo de su madre. En el misterio aparece San Juan, las Tres Marías que sostienen las sábanas donde será amortajada Jesús y los Santos Varones.

El Paso procesional, auténtica joya del barroco, data de comienzos del XVIII, pues se tienen noticias de él ya en 1703. Destacando los cuatro ángeles pasionistas de las esquinas, atribuidos tradicionalmente a la Roldana y los candelabros de guardabrisas obra de Salvador Domínguez Gordillo en 1885. En el faldón frontal, escudo bordado del XIX.

Saluimos en dirección a la capilla de Nuestra Señora de los Dolores. Sede de la Real Hermandad Servita. Sus orígenes se remontan a 1490 en referencia a la hermandad de los Siete Dolores fundada en Santo Domingo de Porta-Coeli. Fundada nuevamente dando culto a un pequeño grupo de la Piedad fechable hacia el S. XVI y que la Hermandad conserva en una pequeña hornacina en el presbiterio de su Capilla. En 1720, concederle el Prior General de los Siervos de María, Fray Sotero María Caballi, licencia para fundar en su Capilla una Orden Tercera de esta Congregación, más conocida corno "Servitas". Encontrándose entre sus hermanos S. M. Carlos III, gran cantidad de Títulos Nobles, jueces, prelados,  profesores de la Universidad, canónigos y un largo etc.

Hacía 1730, la Hermandad se ve ante la necesidad de poseer Imágenes de tamaño natural, encargándolas al hermano y gran escultor, Joseph Monte Dóca.

Tras largos años de postración, el Cardenal José María Bueno Monreal, transforma la Hermandad en Cofradía de Penitencia

El grupo de la Piedad es obra de José Montes de Oca (1730).

La capilla data del año 1714, cuando la Hermandad de Los Servitas que compartía sede en la iglesia de San Marcos junto a otras corporaciones, solicita al Provisor del Arzobispado, mediante tributo, la concesión de un corral a la espalda de la iglesia para construir un cuarto donde guardar sus enseres y alhajas. Aunque debió de hacerse obras de inmediato, la capilla como tal se edificaría hacia el año 1740, y a ello contribuiría de forma decisiva la labor del padre Juan de Lara y Villafranca, capellán de aquella Hermandad desde 1719.

Finalizamos nuestro itinerario en el Taller –Estudio Orfebrería Giralda. Carlos Mª Vázquez, Alejando Parra y Javier Martín, conforman este estudio–taller de orfebrería y platería. El acercamiento a este oficio no les viene heredado por tradición familiar, nace de sus inquietudes artísticas y el amor a la Semana Santa.

Los tres coinciden estudiando en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla y posteriormente deciden especializarse en orfebrería y platería para lo que se marcha tres años a la cuna de este noble arte sacro, Córdoba. La situación actual económica y la falta de trabajo les hace embarcarse en el proyecto de “Orfebrería Giralda”, con vistas a un futuro, sabiendo que nada iba a ser fácil, pero enfrentándose al reto con esfuerzo, profesionalidad y mucha ilusión, ofreciendo calidad y originalidad en cada uno de sus trabajos. Ofrecen asimismo, diversos tipos de trabajos relacionados con el oficio, como puede ser el diseño de cartelería para hermandades, creación del estilo de una nueva hermandad dependiendo de su idiosincrasia y diseños de enseres que no estén relacionados con el trabajo del metal, como pueden ser bordados o la talla en madera.

Muchisimas gracias a los Hermanos Mayores de las Hermandades de la Sagrada Mortaja y de los Servitas, Juan Francisco Guillen y Ángel Solis y a los orfebres y amigos de Orfebrería Giralda Alejandro Parra y Carlos Vázquez por hacer posible este Itinerario.

Fotos: Fco Javier Montiel










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