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La Naturaleza de Dios (Introducción). Javier Ramos Sáez


 Querido lector. He escrito un tratado teológico y quiero proponerte una finalidad al tema de Dios. Quiero que pienses qué atributos le definen, qué características son propias de su naturaleza. ¿A qué llamamos divino? ¿Y a qué no?

Nunca le hemos visto pero sabemos que existe porque nos lo han dicho, sabemos que existe por la tradición que nos pesa sobre la espalda y por esas viejas costumbres que nos han transmitido y hacen seguir aspectos cotidianos sin pensar en profundidad en qué nos estamos equivocando o en qué tipo de realidad nos adentramos.

No quiero hacer ningún tipo de acto apologético sino hacer hincapié en un tipo de reflexión propia, hacer que el lector se habitúe a hacer preguntas trascendentales en su vida, en el que no sólo impere lo inmediato ni lo fáctico o cósico. Sólo quiero que el lector se aleje del mundanal ruido de la sociedad o mejor dicho de la “suciedad.” Ver el contenido que expongo con ojos limpios y claros, olvidando mis profundas convicciones cristianas a la forma more radicale cartesiana, como si de un niño recién nacido se tratara, sin ninguna concepción hecha de antemano (costumbres y tradiciones) y sin fraguar en lo poiético sin olvidar lo esthético. Aludiendo a esto último, escribo esthético con “th” porque esa es su raíz primigenia, ya que estética viene del griego aísthesis que significa representación de lo sensible o realidad fáctica. En contraposición está el término aristotélico poiética, que viene de poýesis, como creación de lo bello en sentido interno. Luego con posterioridad se ha trascrito al término poética, igual que el poeta es la persona que crea belleza, es decir, crea medida, ritmo y armonía en las palabras. Pues así debe ser Dios: ser un ente poiético más que esthético.

Este tema es tan complejo que lo abordaré en tres fases para no cansar al intérprete de mis palabras. Este tipo de lectura es tan trascendental que es importante no dormirse y tener los cinco sentidos en funcionamiento y sobre todo la mente, ese órgano inteligible tan preciado al que no le hacemos caso.

Para empezar no quiero hacer un tipo de expresión dialéctica del contenido ni algo hermenéutico, sólo he pensado con mucho detenimiento lo que sé, desde la opinión, y lo que me han enseñado, y mediante una elaboración minuciosa, he ido elaborando los tejidos de mi caso al más puro estilo cartesiano, concibiendo pensamientos desde la inmanencia de mi razón discursiva.

En primer lugar hay que encauzar una visión de Dios mediante la universalización de los textos de las personas que han hablado a lo largo de la historia sobre su naturaleza: la patrística cristiana y Padres de la Iglesia , el platonismo, neoplatonismo, aristotelismo, cartesianismo y posteriores autores que se empaparon de esta gran sabiduría como Spinoza, Hume, Leibniz, Nicolás de Cusa y teólogos medievales entre otros. En contraposición están aquellos autores que ven en Dios una visión negativa del progreso de la historia humana como Marx, Nietzsche o Shopenhauer. Todos ellos hablan de Dios de diferentes formas y aspectos.

Pues bie, en mi próxima reflexión empezaré a tratar los temas más delicados en los que un hombre ha podido topar. Si me caigo dos veces en la misma piedra perdónenme por mi torpeza pero es que este tema es tan trascendental que desde mi finitud se me escapa la omnisciencia de Dios.

Intentaré ser lo más consecuente posible y erradicar esos falsos pensamientos contenidos de dudosos propósitos. Desde esta introducción le esperaré, querido lector, en mi próxima reflexión.

Bibliografía especializada:

- COPLESTON, Frederick Charles. El pensamiento de santo Tomás. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1960. 

- DESCARTES, René. Meditaciones metafísicas. Alianza. Madrid. 2004.

- DESCARTES, René. Discurso del método (4º parte). Alianza. Madrid. 2000.

- KANT, Immanuel. Crítica de la Razón Pura. Alfaguara. Madrid. 1998.

- NIETZSCHE, Friedrich. El nacimiento de la tragedia. Alianza Ed. Madrid. 2003.

- PLATÓN. La República o el Estado. Ed. Espasa Calpe. Madrid. 2003.

- SAN AGUSTÍN. Las confesiones. Ed. Planeta. Barcelona.1977.

- SPINOZA, Baruch. Ética. Alianza. Madrid. 1998.

- TOMÁS DE AQUINO. Summa theologicae. BAC. 2000.

- VV.AA. Diccionario de filosofía. Larousse. Barcelona. 2003.

- VV.AA. Historia del mundo moderno.  Santillana de Ediciones. Madrid. 1999.

- VV.AA. Historia de la filosofía. Ática Santillana. Madrid. 2001.










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