Provincia. Nuestra Señora de las Nieves procesionó por las calles de su pueblo de Los Palacios y Villafranca

Manuel Pinto Montero. Pasaban unos minutos de las nueve cuando Nuestra Señora de las Nieves atravesaba el dintel del Templo Parroquial de Santa María la Blanca dando comienzo a la gloriosa procesión de la venerada patrona de los palaciegos.  Pero antes de abandonar el Templo la Santísima Virgen bajaba del presbiterio a los sones de Remedios de Vera Cruz interpretado desde el órgano del Templo, de esta manera la Hermandad Sacramental homenajeaba a la Hermandad crucera con motivo de su 450 aniversario.  Muchísimos fieles aguardaban el momento de la salida, momentos en el que las campanas de la torre repicaban anunciando que la Virgen de las Nieves ya estaba en la calle de su pueblo.

Antecedían al paso de la Santísima Virgen las distintas Hermandades de gloria y Penitencia de la localidad, así como los grupos parroquiales de las tres Parroquias del municipio y la Corporación Municipal. También varias Hermandades de distintos rincones quisieron acompañar a la Virgen de las Nieves. La Banda Municipal de Mairena del Alcor puso sus sones tras el paso de la blanca virgen.

La devoción a Nuestra Señora de las Nieves en la villa de Los Palacios se remonta al siglo XV siendo introducida por la Casa de Arcos, teniendo constancia del Patronazgo de la Santísima Virgen sobre la Villa palaciega desde al menos 1653. La talla de la Virgen de las Nieves es obra de Gabriel de Astorga, fechada en 1864. Fue en el 2014 cuando el investigador local Julio Mayo dio a conocer la autoría de la imagen, así como la fecha de su ejecución. En el año 1996, concretamente el 29 de septiembre, le fue impuesta a la Virgen de las Nieves la Medalla de Oro de la localidad y así como el Bastón de Mando que la nombra Alcaldesa Honorifica de Los Palacios y Villafranca.

La bella talla de Nuestra Señora de las Nieves procesiona en paso con respiraderos de plata y sobre peana de plata, estando alumbrada por varias parejas de candeleros en la delantera, así como candelabros de guardabrisas cedidos por la Hermandad hermana de Sevilla. Es tradicional el exorno floral del paso con nardos en las esquinas y las jarras ensaladeras que embriagan con su olor cada rincón del pueblo por el que pasea la Santísima Virgen. Para su Festividad la Virgen, vestida por Esteban Sánchez Rosado, lució saya en otomán bordada en oro, manto de tisú blanco con blonda de hojilla, así como toca de tul bordada en seda y lentejuelas. En esta ocasión estrenó cotilla bordada en oro, obra del bordador Enrique Carrascal, el encaje de punto de aguja del s. XIX, donado por la cuadrilla de costaleros, la cruz pectoral, así como la banda inmaculista que luce la imagen con motivo del IV Centenario del Voto Concepcionista. Sobre su mano izquierda sostiene al Santísimo Niño, que luce túnica blanca bordada, mientras que en su mano derecha porta cetro de plata. Sobre sus sienes corona dorada quedando la imagen enmarcada en ráfaga de plata.

Las calles por las discurre la procesión se engalanan de manera especial con guirnaldas, banderas y flores de papel, así como un arco levantado en la calle Andrés Bernáldez. En la calle Huertas fue recibida con pétalos de flores, vivas y ovaciones, así como con rezos cantados. Este año la esperaban de manera especial en calles como Duquesa de Arcos o Postas o Charcos donde por vez primera paseaba la Virgen de las Nieves envuelta en pétalos y vivas que caían sobre la venerada imagen en una calurosa noche donde el fervor de los palaciegos se hacía notar.

De nuevo volvería a su itinerario tradicional por la Plaza de España engalanada con gallardetes de las distintas hermandades de la localidad, como también ocurriría tras abandonar la Capilla de la Aurora. De nuevo se cumpliría la tradición en la calle “Paco el cura” donde nieva cada noche del 5 de agosto al paso de la Patrona. Pasada la media noche regresaría su Templo donde recibe las oraciones de todo un pueblo.

Fotos: Manuel Pinto Montero.