Provincia. María Santísima de la Sangre procesionó por las engalanadas calles de Huévar del Aljarafe

Manuel Pinto Montero. Un año más Huévar del Aljarafe vibró junto a su Virgen de la Sangre en la gloriosa procesión que tiene lugar en fechas cercanas al Dulce Nombre de María. La bella imagen de María Santísima de la Sangre es obra anónima y cuenta la leyenda que la imagen de la Virgen fue hallada por un niño a finales del siglo XV en el Cerro Palito donde se construyó una Ermita en su honor. Posteriormente la Virgen fue trasladada a la Iglesia Parroquial donde es venerada por el pueblo de Huévar del Aljarafe y por su Hermandad de la Santa Vera-Cruz.

La Virgen de la Sangre procesiona en varias ocasiones a lo largo del año. La primera de ellas, bajo palio, la tarde del Jueves Santo desde su Casa Hermandad acompañando al Cristo de la Vera Cruz. Después realiza dos procesiones en el mes de septiembre, la primera para recibir a los romeros en la Plaza de España el día de su Romería, bajo palio y sedente recibe numerosas oraciones en formas de sevillanas al paso de las carretas. Cada cuatro años la Virgen luce sus galas de Pastora para esta Romería, el próximo año la podremos ver. Después llega el día grande donde en su paso de madera tallada y dorada y alumbrada con candelabros de guardabrisas procesiona la Santísima Virgen de la Sangre y su divino Hijo portados a hombros por sus costaleros. 

Lució la Virgen saya blanca bordada y manto de terciopelo rojo bordado. Sobre sus sienes portó corona de oro. En su mano izquierda sostuvo al Santísimo Niño que lució túnica blanca bordada, y en la mano derecha cetro de oro y un ramito de nardos, flor que exornó el paso de la Virgen. La imagen queda enmarcada en ráfaga de plata.

Emocionante y dificultosa es la salida del Templo Parroquial donde numerosos vivas la esperan, así como el estallido de cohetes en las distintas calles del recorrido. Huévar se engalana para este día con arcos en sus calles. Pero sin duda el discurrir de la procesión por la Plaza de España es especialmente bello por los arcos y la cúpula que en honor de la Virgen se coloca en este rincón de Huévar.

María Santísima de la Sangre paseó por su pueblo de Huévar  del Aljarafe donde la devoción y la fe crucera estuve presente hasta las primeras horas de la madrugada con un pueblo totalmente volcado con la Santísima Virgen bajo la advocación de la Sangre.

Fotos: Manuel Pinto Montero.