Provincia. Nuestra Señora del Rosario de Fátima de la Villa de Osuna procesionó por vez primera bajo palio en el Centenario de sus Apariciones

Manuel Pinto Montero. El Centenario de las Apariciones de la Santísima Virgen en Fátima ha dejado estampas para la historia en la Villa Ducal de Osuna donde la venerada imagen de la Virgen del Rosario de Fátima ha procesionado de manera extraordinaria por las calles de la localidad. Los últimos días de septiembre la Virgen del Rosario de Fátima ha visitado distintos Templos de la Villa donde se han celebrado cultos extraordinarios finalizando el pasado domingo, 1 de octubre, con la Solmene Función en el Templo de Santo Domingo.

Desde este punto partió la gloriosa y extraordinaria procesión de la Virgen del Rosario de Fátima que presentaba la novedad del estreno de su paso de palio. Por vez primera la Santísima Virgen procesionaba bajo palio de tisú con la bambalina delantera bordada. Sobre peana de madera aún en fase de ejecución se encontraba la venerada imagen que goza de gran fervor entre sus vecinos del barrio que cada mes de junio espera su procesión por las calles de Osuna. Varios candeleros en la delantera y candelabros de plata cedidos a la Asociación componían un conjunto que estuvo exornado bellamente con flores de tonos malvas y blancos. Los varales del nuevo palio pertenecen a la Hermandad de Jesús Caído de la propia localidad y la media luna a la sevillana Virgen de Araceli.

Pasadas las nueve de la noche abandonaba el cortejo la Parroquia de Santo Domingo discurriendo por la calle Carrera hasta la Plaza Mayor donde la esperaban las Hermanas Concepcionistas con el repicar de sus campanas. En su discurrir por las calles de la Villa Ducal visitó a la Hermandad del Santo Entierro en la calle Compañía a la que llegó a los sones de Amargura interpretados por la Banda Villa de Osuna. También visitó, tras bajar la calle Gordillo, a las hermanas del Convento de San Pedro o a los carmelitas que la esperaban a las puertas del Templo del Carmen.

La Santísima Virgen de Fátima continuó su paseo hasta su barrio que se encontraba engalanado para la ocasión con banderas y flores de papel. En la calle Puerta de Ronda una alfombra de colores aludiendo al Centenario esperaba a la Virgen de Fátima en los últimos metros antes de llegar a la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde todo el año es venerada por su barrio y donde es mimada por la Asociación Parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y María Santísima de la Encarnación que ha engrandecido la salida procesional de la Virgen de origen portugués.

Fotos: Manuel Pinto Montero.