Provincia. Bodas de Plata y Toma de Hábito en las Clarisas de Alcalá de Guadaíra

Arte Sacro. El eucarístico mes de junio, es siempre especial en el Monasterio de Santa Clara de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), por la intensidad con la que se viven los preparativos y la Solemnidad del Corpus Christi, por la espiritualidad del Quinario en honor y gloria de Jesús Sacramentado y la Función Principal de Instituto de la Antigua y Franciscana Sección de Adoración Nocturna Española al Santísimo Sacramento, que reside en este Monasterio, en cuyos cultos y vigilias participa activamente la Comunidad de Hermanas Clarisas. No en vano el carisma Clariano es eminentemente Eucarístico, de hecho Santa Clara porta como símbolo iconográfico una custodia en su mano, en alusión a la defensa que el Santísimo Sacramento hizo de la ciudad y convento de Asís, atacado por los sarracenos. Pero este mes de junio, ha sido de especial alegría para Alcalá y la Comunidad de Hermanas Clarisas, pues han celebrado las Bodas de Plata de su actual Madre Abadesa, Sor María del Águila de Jesús Mateos Serrano, OSC, y la Toma de Hábito de Sor Georgina de Jesús y María Cortez Ruiz, OSC. Las celebraciones se realizaron ante la presencia de Jesucristo, realmente presente en el Sagrario, al que adoramos en el Santísimo Sacramento del Altar; ante las Sagradas Imágenes de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano y del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, advocaciones franciscanas veneradas en el templo, y ante las efigies de Nuestros Seráficos Padres San Francisco y Santa Clara de Asís, fundadores de las Órdenes Franciscanas de Frailes Menores y de Hermanas Pobres de Santa Clara, respectivamente.

Ha presidido el rito de iniciación y la Eucaristía de Acción de Gracias el Rvdo. P. Fray Florencio Fernández Delgado, OFM, Párroco de San Francisco de Asís, de Martos (Jaén), quien es adorador de la Antigua y Franciscana Sección de la Adoración Nocturna Española, que reside en el Monasterio alcalareño. Con él concelebraban el Rvdo. D. José Ángel Martín Domínguez, Delegado Episcopal para la Vida Consagrada; Rvdo. D. Antonio J. Guerra Martínez, Párroco de San Agustín de Hipona, de Alcalá de Guadaíra (Sevilla); Rvdo. P. D. Juan Francisco Rubio García, SDB, Director de la Casa Salesiana de Alcalá (Sevilla), cuya Comunidad Salesiana tiene asignada la Capellanía del Monasterio; Rvdo. P. D. Fernando Báñez Martín, SDB, Director de la Casa Salesiana San Pedro de Triana (Sevilla); Rvdo. P. Fray Francisco González Caballero, OFM, Párroco de Ntra. Sra. del Águila, de San José de Palmete (Sevilla); Rvdo. P. Fray Jesús Carrero Carmona, Vicario de la Fraternidad de Santa María de Guadalupe, de Belalcázar (Córdoba). Actuó de acólito al servicio del Altar, D. José María Pérez Sánchez.

INICIACIÓN A LA VIDA RELIGIOSA DE SOR GEORGINA DE JESÚS Y MARÍA.

Comenzó la celebración con el rito de iniciación a la Vida Religiosa, en el que tomaría el Hábito clariano Georgina Cortez Ruiz, para postularse y formar parte de la Orden de Santa Clara, Segunda Orden Franciscana, que en el 2012 cumplía el Octavo Centenario de la consagración de la virgen Clara al Señor. En Alcalá de Guadaíra esta orden franciscana goza de un gran arraigo, pues el Monasterio de Hermanas Pobres de Santa Clara goza de presencia ininterrumpida desde el siglo XVI, en el mismo lugar que en la actualidad ocupa. Precisamente en el año 2012, el Pleno del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra concedió a la Comunidad de Hermanas Clarisas, por unanimidad, la Medalla de la Ciudad.

Es un motivo de gozo para Alcalá, y de enorme alegría para la Iglesia, contar con una nueva religiosa consagrada a Dios, en el carisma de Santa Clara, que vive en la pobreza evangélica, fiel a la regla monacal “Ora et Labora”. En toda la provincia son conocidos y valorados los característicos dulces que elaboran las Clarisas en el obrador del Monasterio alcalareño, cenobio en el que viven entregadas al Señor.

Como se indicaba en la monición de entrada, era un día especial para la comunidad y más aún para la hermana Georgina, que después de un año de prueba con actitud de entrega, como el Sí de María, ha decidido seguir sus huellas en el carisma clariano, al que ha sido llamada para vivir la entrega amorosa de la vida Evangélica. Sus padrinos fueron: D. Francisco José Porrero Sancho y Dña. Magdalena García Herrera, familia cristiana alcalareña, hermanos, como sus hijos, de la Hermandad Sacramental de Ntro. Padre Jesús del Soberano Poder, María Santísima de la Caridad y San Mateo Evangelista, de la que Francisco José es Consiliario.

Georgina, da testimonio en medio de la Iglesia: del amor gratuito de Dios que la ha amado y la ha elegido para toda la eternidad. Se oró para que siendo fiel testimonio de su Iglesia, despojándose del hombre viejo y revistiéndose del hombre nuevo, reciba el hábito de penitencia en la orden de Santa Clara.

Efectivamente, la Madre Abadesa le mostró, qué es lo que debía pedir: que le permitieran experimentar la vida religiosa, que le enseñaran a contemplar piadosamente a Cristo Pobre y Crucificado; a seguirlo de modo especial en la práctica de la caridad, la pobreza y la humildad; a imitarlo y mostrarlo entregado a la contemplación en el monte, en soledad, silencio y generosa penitencia; y a permanecer de continuo en la presencia del Señor, pidiéndole por las necesidades de todos los hombres.

La postulante pidió, además, que le enseñaran y ayudaran a conocer cada vez mejor las Reglas de la orden clariana, para que se le conceda vivir más perfectamente según el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, siguiendo el ejemplo de Santa Clara; y formar con la Comunidad Clarisa de Alcalá un corazón y una sola alma. Respondiéndole la Madre Abadesa: Que Dios misericordioso te ayude con su Gracia. Que el Maestro divino te enseñe sus caminos, y el Espíritu Santo te sostenga siempre con sus consolaciones.

El Sacerdote, Fray Florencio, oró diciendo: De ti, Señor, nace toda vocación Religiosa. Escucha la súplica de tu hija Georgina que desea ser agregada a nuestra familia, para servirte con más fidelidad según el Espíritu de Nuestra Madre Santa Clara; que la vida Comunitaria sea para ella expresión sincera del amor fraterno. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Tras la celebración de la palabra de Dios comenzaría la Vestición. La postulante se despojó del vestido seglar, para revestirse de Cristo. La Abadesa, Madre María del Águila, le hizo entrega del Hábito de penitencia de Santa Clara, hecho a imagen de la cruz, que significa renuncia al mundo y conversión a Dios, el cual te llama a vivir de modo más perfecto el bautismo. Se lo entregaron y ayudaron a colocárselo, cortándole las trenzas: la Vicaria, Madre Margarita; la Maestra de novicias, Sor Verónica; y la propia Abadesa, Madre María del Águila, para que comenzara desde ese momento a formar parte de la familia religiosa.

Asimismo, la Madre Abadesa, le hizo entrega del libro de la Regla y constituciones para que, leyéndolo y meditándolo, pudiera comprender y penetrar en el modo de vivir el Evangelio; según la divina inspiración recibida de Santa Clara y solemnemente aprobada por la Iglesia. Le hizo entrega del libro de la Liturgia de las horas, con el cual aprenderá a santificar la jornada alabando a Dios, y orando por las necesidades espirituales y temporales de los hombres, como incorporada de modo especial al Misterio de la Iglesia. Finalmente la Madre Abadesa, diría: En adelante te llamarás Sor Georgina de Jesús y María Cortez Ruiz.

Sor Georgina de Jesús y María compartió su felicidad y dio gracias a todos los presentes.

BODAS DE PLATA DE SOR Mª DEL ÁGUILA DE JESÚS.

Y después de ese momento tan emocionante de ver a una Hermana iniciar con gran valentía la Vida Religiosa, comenzaría la ceremonia de las Bodas de Plata de la Consagración a la Vida Religiosa de Sor María del Águila de Jesús Mateos Serrano, Abadesa del Monasterio, natural de Alcalá, que alegre, orgullosa y emocionada, celebraba los 25 años en la vida de Oración y entrega incondicional a Jesucristo.

Precisamente, la llegada hace un año, procedente de México, de Sor Georgina al Monasterio alcalareño obedece a los desvelos de la Madre Abadesa, Sor María del Águila, que siguiendo la labor iniciada por la anterior Madre Abadesa y hoy Vicaria, Sor María del Pilar de Santa Margarita Monedero Espino (para Alcalá siempre Madre Margarita), ha sabido adaptar la Comunidad Clarisa a los tiempos que corren. Hoy es una comunidad multicultural, y fuertemente unida en su amor al Señor, con hermanas españolas, mexicanas y kenianas: hoy todas alcalareñas de pleno derecho, por el amor a esta ciudad en la que, desde la clausura, se sienten totalmente integradas, habiéndose ganado el respeto y cariño de los alcalareños.

Los padrinos de Sor María del Águila, son precisamente sus padres: José María Mateos López, natural de Mairena del Alcor, y Mercedes Serrano Ropero, de Alcalá de Guadaíra.

Contribuyeron a realzar la Solemnidad de la Eucaristía, el dúo formado por el barítono José Manuel Iglesias Moreno, que tocaba el órgano, y la soprano Aurora Díaz Hermenegildo.

Después del Evangelio, la Madre Abadesa, Sor María del Águila, hizo la petición de la renovación de los Votos, respondiendo a la pregunta del celebrante: ¿Qué pides a Dios y a tu Santa Iglesia? Pido la gracia de ratificar solemnemente a Dios, mi voluntad de seguir hasta la muerte, la vida y la pobreza de Nuestro Señor Jesucristo y de su Madre Santísima, y la gracia de reavivar, con este jubileo, la espera del encuentro con el Señor Jesús, para que me encuentre con la lámpara encendida cuando venga para las bodas eternas.

En su homilía el Padre Fray Florencio, tuvo palabras de enaltecimiento para la Orden de Santa Clara y, expresamente, para la Comunidad de Hermanas Clarisas de Alcalá, cuyas hermanas viven con alegría evangélica y humildad sus votos de pobreza, obediencia, castidad y clausura. Recordó a Clarisas ya fallecidas como Sor Corazón de Jesús, Sor Celina, Sor San José, Sor San Francisco…, y Hermanas vivas como Sor Margarita y Sor Inmaculada que llevaron a cabo la tarea titánica de hacer resurgir el Monasterio, que quedó totalmente arrasado en los tristes sucesos de 1936; reconstrucción que aún continúa la actual Comunidad.

Terminada la homilía, Sor María del Águila renovó su Profesión, haciendo voto de vivir todo el tiempo de su vida en obediencia, pobreza, castidad y clausura.

En la Oración Universal, Sor Ana y Sor Eucaristía, darían lectura a las intenciones, en las que tenían presentes a la Santa Iglesia, el Papa y todos los obispos; la Madre Abadesa, Sor María del Águila; Sor Georgina de Jesús y María; las hermanas que componen la Comunidad de Alcalá de Guadaíra, y todos los presentes, para que demos testimonio de nuestra fe y vivamos con valentía nuestro cristianismo ante el mundo.

Presentación de Ofrendas.

Las hermanas acompañaron al estilo Africano las ofrendas: velas, La Regla, un centro de flores, la alianza, Pan y Vino, y las banderas de España, México y Kenia.

Seguiría la Plegaria Eucarística. Tras la Doxología, la Acción de Gracias, que leyó para no olvidarse nada, Madre María del Águila.

Paz y Bien, Hermanos y Hermanas:

¡Grandes y Maravillosas son tus obras Señor Dios “Padre de las misericordias”. En este momento mi gratitud es de agradecimiento al Señor.

Quiero expresar a todos los que me habéis acompañado en este gran día de mis 25 años de Profesión. En primer lugar agradecer al Padre Florencio por aceptar mi invitación, a todos los concelebrantes, a todas las hermanas que me acompañéis, a la Adoración Nocturna alcalareña, Hermandades y a todo el pueblo de Alcalá.

Agradecer muy especialmente a mis Hermanas de Comunidad donde he convivido todos estos años de fidelidad, por todo lo que me han ayudado para crecer humana y espiritualmente. Por las hermanas que conviví con ellas y ya han partido a la casa del Padre, que han sido diez españolas y me enseñaron el sendero del amor de Dios.

También de un modo especial a mis Padres y Hermanos, que son los primeros que me han hecho crecer en la Fe, que es Dios mismo. También mi recuerdo por la pérdida de seis familiares cercanos que marcharon a la casa del Padre desde mi entrada en este Monasterio. Que desde el cielo están intercediendo por mí.

Y a todas las personas que me han ayudado a lo largo de estos años a seguir en la vida contemplativa el camino Franciscano-Clariano, a vivir en Fidelidad. (De un modo especial a Sor Margarita Monedero Espino, que ha sido mi Maestra y Madre todos estos años).

Agradezco este gran día lleno de inmensa alegría, a todos mis amigos, padrinos, bienhechores, hermandades que nos habéis ayudado a preparar este día de la iniciación a la Vida Religiosa de Sor Georgina de Jesús y María, y esta Eucarística Solemne de acción de gracias por cumplir 25 años de consagración a Dios en la vida religiosa.

Al llegar esta fecha para mí, siento seguir viviendo cada día más en mi carisma, que es en el que tengo puesto mi amor y entrega incondicional a Dios, a través de los votos de Obediencia, Pobreza, Castidad y Clausura.

La vida para mí es como una Rosa bella, tiene algunas espinas; pero nada que no pueda ser superado por la entrega confiada en manos de Dios.

Cuando ingresé en este Monasterio deseé siempre “Ser toda para Dios”. La frase de San Pablo que más sentí en los inicios de mi conversión es esta: “Estoy crucificado con Cristo; pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí”. El dar todo por el todo.

Esto ha sido en estos 25 años de consagración, (debo reconocer) el objetivo, y sigue siendo demasiado alto para mí, aunque debo seguir aspirando a la santidad de vida cada día.

Señor, Jesús, haz que siempre reconozca debidamente tus misericordias hacia mí y dame la oportunidad de comenzar de nuevo.

Grande, bueno, amoroso, admirable es tu misericordia, que tu nombre sea alabado por siempre.

¡Gracias, Señor! Quiero hacer mías las palabras de la Virgen María: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador; porque ha mirado la pequeñez de su esclava”. (Lc 1,47,48ª).

Baile africano e Himno de Ntra. Sra. del Águila Coronada.

Tras la despedida, las hermanas realizaron un baile africano, y el dúo Barítono y Soprano, con órgano, interpretó el Himno de Nuestra Señora del Águila Coronada (Patrona de Alcalá de Guadaíra).

Paz y bien para todos; especialmente para la Comunidad de Hermanas Clarisas de Alcalá de Guadaíra: Madre María del Águila, Madre Margarita, Sor Inmaculada, Sor María Eucaristía, Sor Ana, Sor Verónica, Sor Priscila, Sor Rosa María, Sor Isabel, Sor Estela, Sor María Margarita y Sor Georgina.

Redacción y fotos: Paco Burgos