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El sorteo de La Lotería de Navidad y la Banda de La Cruz de Guía 2019 Mariano López Montes


Mariano López Montes. Al que pudiera leer estas letras escritas con cierto orden, pero como siempre con la mejor de las intenciones por mi parte, pudiera pensar a primera vista, que a este que suscribe, se le está yendo la “brillante olla” ,si es que la tengo, con la solera añeja del carnet de identidad.

A un amigo médico, ya jubilado, muy afín al barrio del Arenal y hermano de vara dorada en su cofradía del Baratillo, cierto “erudito popular” le encargó un año una conferencia para un ciclo dedicado mayoritariamente a esa tercera edad,  que siempre estandariza y dulcifica el termino semántico y a la vez natural y evolutivo  de ser viejo; dicha platica no tenía otro título y otro contenido que la especialidad del incauto galeno , que al día siguiente tendría que ofrecer una oratoria a tan distinguido público que se titulaba nada más y nada menos que “Cardiología y Semana Santa”. Como a mi amigo Vicente y no doy más pistas no se le ocurría nada, me llamó apresurado y un tanto desesperado, diciéndome “Marianito” ¡ tú que tienes más ingenio a ver si se te ocurre algo!, y sin más, por del aprecio que le tengo, acudí  a aquella cita con lo desconocido, recordando lo que siempre  dice mi amigo y maestro en temas  de antropología Isidoro, que si te pones a tirar de la cuerda, “todo está relacionado con todo”.

¿Pues que tienen que ver nuestras bandas de Cruz de Guía con el famoso sorteo del 22 de Diciembre?, pues intentare demostrar a mis pacientes y agradecidos lectores un sinfín de similitudes  y todavía quedará tinta de sobra en el tintero, para buscar muchas más.

La primera y más evidentes es que siempre abren marcha las bandas al principio delante o a corta distancia de La Cruz de Guía de cada cofradía sobre todo las de barrio, el Sorteo Lotero abriendo un año más la inminente Navidad.  Otra característica propia que ambos eventos comparten es el sonido incansable,  monótono  y a la vez estridente de los tambores y las cornetas, con el “soniquete” cansino y reiterativo de los niños “Idelfonsonianos”. Otra característica que los equipara  es la uniformidad si bien nuestras bandas de cruz de guía tienden al alarde de una estética castrense un tanto estereotipada, con gustos de galones dorados, golas de oficial de La Marina, Charreteras, emblemas, escudos y entorchados de brigadier, como en la famosa Habanera de La Zarzuela Luisa Fernanda; los loteros tienden más a una estética de orden civil con un cierto recato y decoro conservador para matizar, aunque se sea niño o adolescente la seriedad y el buen nombre de este juego de azar   a nivel nacional y que inventara El Marques de Esquilache en la época que reinaba Carlos III.

En su vocación musical y sus ideas de futuro también se dan ciertas coincidencias, ni los primeros con su trompetería y tamborería pretenden emular a un virtuoso , ni llegar a ser un Barenboim, ni un  Nicola Paganini ,ni por supuesto un Mozart del siglo XIX, ni los segundos al leer ese pentagrama algebraico  en forma de bolas pretenden  en un futuro corto “ser un divo  del Bel Canto”, ni llegar a ser un Enrico Caruso,  Pavarotti , o Caballé  en los próximos años, ni debutar en ambos casos en La prestigiosa Escala de Milán, Metropolitan de New York, ni el Liceo de Barcelona, pues a unos le gusta La calle , la de sus barrios y las del centro hasta la Campana donde por necesidades de guion cofrade y de gestión cofradiera debe de ausentarse, relajar su marcialidad, merendar u otro refrigerio y encontrarse con su Jenny  o su Jonatan para una más distendida relación y hacerse unos cuantos selfies que de momento subirán a los cielos de las redes  sociales. Los niños de San Idelfonso actuaran de forma protocolaria e institucional cada 22 de Diciembre nada mas y nada menos que en El Teatro Real de Madrid y supongo que pese a la seriedad y dignidad que tal evento representa, las coincidencias sobre todo en los modernos vicios, aficiones y tendencias no deben diferenciarse mucho.

Otro elemento de coincidencia seria el inmenso mapa multirracial de los componentes de ambos grupos fruto de la nueva sociedad que vivimos y el enriquecimiento multicultural que dirían los mas progres, hoy día es normal ver a estos nuevos ciudadanos de todos los colores que se integran plenamente  en lo que los más rancios definirían “como lo nuestro”, quedando lejos ya de nuestra manera de ver y entender las cosas; aquel hecho de hace años cuando una banda de fornidos y rubios Marines, otros de color, que en aquella época eran simplemente “negros” vinieron de La Base de Rota para tocar delante de La Cruz de Guía de La Cofradía de la Paz.

Cosa que no se puede dejar nunca al olvido esa legión cada vez mas proliferantes de “Frikis” que toman aquel Real Teatro dignos de haber sido vestidos con la ultima colección de nuestra tradicional y querida “Casa Pichardo”  que luciendo sus mas novedosas creaciones rinden cada año su monumento y momento especial al “Esperpento” , y esos otros locales o cercanos, me refiero a distancia kilométrica, fieles seguidores y fans de estas formaciones musicales que graban una y otra vez las mas escogidas piezas de sus repertorios, con la ayuda de esas modernas tecnologías telefónicas que dentro de unos días les traerán aquel “moderno” para nosotros que vive en Finlandia, y aunque por supuesto no es nuestro “papá” se llama Noel , o aquellos tradicionales Reyes Magos que siempre nos trajeron desde niños, me refiero a los de mi quinta o dos o tres remplazos siguientes ¸!como se nota que hice “La Mili”!.

Un aspecto que destacaría y que no se puede olvidar es la dureza y el sacrificio de ambas aficiones u oficios temporales; cuan duro y sacrificado debe ser cargar con un bombo o un trombón horas y horas con el calor que hace ya en Sevilla en esa Semana que aunque Santa nunca se libra de la dureza penitente, y cuan duro debe ser ponerse esa cursilona pajarita y posicionarse al lado de ese otro gran bombo, que te mire todo el mundo y que encimas tengas que cantar como un papagayo esa canción que se repite año tras año, que solo interesa al que le toca y que nunca servirá para participar en futuras ediciones de concursos de fama y cante televisivos.

Lo realmente importante y para finalizar este articulo, muy en mi línea, es la gran importancia que tienen estas bandas a veces sin muchas pretensiones y la Lotería de Navidad para nuestras Hermandades y Cofradías, sobre todo para los tenaces altruistas y desinteresados Mayordomos que aunque  algunos maliciosos piensen lo contrario, son maravillosos en la mayoría de los casos, y con ese trabajo a veces no reconocido, consiguen esos dinerillos  que necesitan las cofradías, para su sustento y vitalidad. Y esa lotería   que ya forma parte activa dentro del organigrama recaudativo de la hermandad, ya ha tomado una entidad propia, cuantos cofrades te dicen ; ¡Yo llevo este año la lotería de mi hermandad, que siempre la compro, y la de un amigo que es muy de tal cofradía y que acaba de venderme un decimos porque me ha dicho que este año por fin nos va a tocar! . Incluso el propio decimo lleva puesto con tampón y tinta roja, azul, verde o negra, el escudo de la Hermandad en el reverso, lo que la convierte en algo propio.

Podríamos sugerir a algunos gestores cofrades ante la creciente oferta de nazarenos en los cortejos, sacar una nueva insignia con el numero en cuestión de este insigne, tradicional y Real Juego; bueno esto es broma, ya sabéis como soy.

Y al final como todo los años después del sorteo otra vez nos cuentan el famoso Cuento de La Lechera, ni lo metido, porque esta lotería casi nunca toca, y el famoso “Gordo” debe ser agnóstico, católico tibio como dicen mis amigos místicos, o simplemente no le gusta las Cofradías. Porque la verdad es que la vida sigue  y vamos tirando con la seguridad  que dentro de un par de meses o tres o cuatro, nos va a tocar a cada uno de nosotros el gran premio, cuando un nuevo Domingo de Ramos al volver cualquier esquina nos encontremos con el primer nazareno.

 Fotos: Mariano López Montes










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