Con el fin de la Navidad, llega la pre Cuaresma. Manuel Enríquez Becerra

Se acabaron las fiestas de Navidad y  con ello llega un tiempo más tranquilo y más sosegado.

También hay que referir que se acabaron los días de tanto comer y beber, que estamos todos empachados de tanta comida y bebida en exceso.

Hasta dentro de doce meses, que haya otra Nochebuena y otro día de Navidad. También año nuevo y fiesta de La Epifanía, y que estemos por este mundo, para poder celebrarlo.

Ahora empieza la cuesta de enero. Aunque en el argot eclesiástico es tiempo ordinario, y también le llaman “feria”.

El calendario litúrgico lo llama “feria”, que es porque el sacerdote usa la casulla verde para este tiempo ordinario, decir las misas. Cada día que pasa, hasta llegar a la cuaresma, y después de la misma cuaresma que se le sigue llamando tiempo ordinario.

En la cuaresma usa la casulla morada, como tiempo penitenciario.

Se celebra el santoral anual, de cada día una onomástica de un santo o una santa elegido por la iglesia católica.

La Iglesia católica no tiene día festivo en este tiempo pre cuaresmal a excepción de los domingos hasta el día dos de febrero, aunque cae en domingo.

Pero la iglesia lo celebra cómo el día de la Candelaria que es el día de la Presentación de Nuestro Señor Jesucristo por sus padres en el templo de Jerusalén.

Y que aquí en Andalucía se festeja bastante con el nombre de la Virgen de La Candelaria. Muchas de las hermandades rocieras hacen su peregrinación a visitar a La Virgen del Rocío que este año está en Almonte.

Cómo lo hace por todo lo alto la Hermandad de Triana, y celebran varias misas ante la Blanca Paloma, también otras hermandades de Rocío.

Y en muchos pueblos de la provincia celebran candelas y hogueras en las calles, para conmemorar la Candelaria.

En La Puebla de los Infantes (Sevilla) es donde más lo celebran, ya que cada calle tiene su particular candela organizada por los vecinos de cada cruce de calles, es bonito ver desde lo alto del pueblo que tiene un castillo todo el pueblo iluminado por las candelas, es digno de ver todo un pueblo en llamas.

Manuel Enríquez Becerra

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.