Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • jueves, 2 de mayo de 2024
  • faltan 346 días para el Domingo de Ramos

El poder de la fotografía antigua 1. Ver pasar a Sevilla


Mariano López Montes. Hace unos días un amigo me mando varias fotos, de estas en blanco y negro y con la solera que a este arte también le dan los años. En esta época de obligados intercambios por el duro acuartelamiento con mínimos permisos de sanidad o intendencia, y eso que ya hace tiempo que no existe “la Mili”, nuestra Mili, ya que sus vivencias forman el patrimonio inmemorial de aquellos ya maduritos o más bien añosos que la vivimos; ya no te tienes que ir a Cerro Muriano ni a Ovejo, como el primo o el hermano de nuestro protagonista de hoy, cuando le cantaba por sevillanas, y ya todos se libran y no hay que ser “cortito de estatura” como el tal Mariano, que por cierto no me toca nada.

Lo que nos asemeja al querido “Trovador de Sevilla” como se le llamaba, es que este año y concretamente esta Semana Santa, todos los cofrades y aficionados la hemos visto en nuestras casas, en nuestros sillones algo mas mullidos y generalmente con los respaldos en posición dorsal, nadie ha sido este año, costalero ni nazareno, ni prioste ni saetero, ni tan siquiera un mero espectador, el calor humano con que la hemos vivido siempre, los diálogos comentarios y abrazos de siempre, todos han estado proscritos por ley y por norma, ni el incienso ni la música han inundado las calles, y hemos tenido que conformarnos con el comprado unos meses antes o tuviste la suerte de que te regalara el prioste o sacristán amigo para que tus pituitarias olieran a cofradías, y todo ello de uso y fabricación casero.

Hemos tenido que conformarnos en ver esa Semana y sus preliminares solo a través de esos aparatos que la tecnología y el presupuesto en su compra han puesto cada vez más perfectos, y hemos visto pasar esta nuestra Sevilla en Semana Santa al igual que el Pali, desde nuestras casas, él desde su calle Aduana, detrás de esa puerta de Correos donde siempre te citaba, en pleno centro, viendo pasar un año más a la Cofradía de Los Estudiantes o de La Universidad como muchos la llamaban, para contemplar cómo nos dice en su trova: “Estoy sentado en mi puerta y todo el año impaciente, para ver pasar tu agonía, Cristo de La Buena Muerte”.

Ver la muerte y esa explosión de la vida, que supone vivir nuestras cofradías en la calle a través de esas gafas de cristales infinitos “de culo de vaso” como lo llaman, como corresponde a un exagerado miope, como era su caso; o ver Pasar Sevilla y sus cofradías a través del cristal de las nuevas pantallas ultra finas con toda una graduación de «K» y que según aumentan en número, aumentan la definición, el sonido y el presupuesto, y no desde la calle del centro a pie de la misma cofradía que te pasa por delante, sino desde los diferentes puntos de esta Sevilla grande que siempre debe ser la de todos, incluso desde fuera, siempre que esta ciudad y su tradición más querida formen parte de nuestros sentimientos, aprendidos o heredados, y a ver quién se atreve a quitárnoslos.

El Pali nunca fue costalero, quizás ni nazareno practicante, ni alfarero, ni vendía almendras entre los coches, jugándose la vida, (salvo en sus sevillanas) pero a través de esas gafas y esa voz pausada y a veces repetitiva, supo captar como nadie el alma siempre popular de esta su Sevilla.

Paco Palacios, representaba a su manera esa variedad de formas de ser y sentir que cada uno llevamos dentro, aunque nos cueste o nos de vergüenza de reconocer por el miedo a no ser “modernos ni progresistas” y que nos tilden de “carrozas”. Él ponía vida y voz a esa Sevilla que conoció, aunque no tuvieran la dimensión vanguardista y de diseño tan imperante.

Esa guasa socarrona y a veces escondida que todos llevamos dentro, y que nos avergüenza muchas veces en exteriorizar, quizás por el mal cartel o la mala prensa que nos han querido dibujar a nosotros, porque además de sevillanos somos andaluces, las televisiones, algunos artistas que con el ansia de la fama pronta y fácil, nos han dibujado como vagos, incultos catetos, ignorantes y otras mil lindezas que por “vergüenza torera” no voy a profundizar más.

El Pali veía pasar Sevilla y sus gentes desde la parsimonia de una silla de madera que normalmente utilizaba al revés. Existe una anécdota, quizás muy desconocida para muchos, que sucedió ya hace tiempo cuando se planteaba la remodelación del Prado de San Sebastián y un periodista de la ciudad preguntaba a ciertos protagonistas políticos, económicos, artísticos etc., la simple y a la vez intencionada pregunta ¿qué haría usted con El Prado en un futuro?, con el fin de ver y comprobar por donde respiraba cada uno. El Pali sin pensárselo dos veces contesto: «Pues está bien claro lo sembraría de papas y después me las comería “toas” aliñas».

Y cada uno de nosotros como El Pali hemos tenido este año la necesidad de ver Sevilla a través de otros cristales y a través de otros aparatos más sofisticados, que ha ido creando la moderna tecnología, no han existido pasos, bandas y nazarenos en las calles, ¡Ah! ni tampoco la gente que lo vive y disfruta y que nunca nos falta. Han existido otros trovadores televisivos, normalmente jóvenes inexpertos, pero con ilusión y otros mayores, con experiencia a los que nunca les ha abandonado esa alma etérea que es la ilusión.

Cada uno de  nosotros, con lo visto y oído ha tenido que tirar de emociones, anécdotas y recuerdos para poder, ver Pasar esta Sevilla y su Semana Santa, con los ojos siempre abiertos y nada miopes del sentimiento.

Porque esta ciudad seguirá buscando un color y seguirá sin encontrarlo, para poder pintar al Gran Poder la noche del Viernes Santo, porque ese color siempre será el que cada uno de los que creen en Él y lo siguen llamando «El Señor de Sevilla», le quieran dar por su devoción y vivencias personales propias o heredadas de sus mayores.

                                  …… A Víctor García Rayo y a ese grupo de nuevos trovadores, que nos han ido glosando las historias y glorias de esta Nuestra Sevilla…….

Foto panorámica Sevilla: Mariano López Montes










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.