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Palacio Arzobispal de Sevilla. Manuel Enríquez Becerra


Enclavado en La Plaza Virgen de Los Reyes, justo al lado de La emblemática Giralda, corazón de la ciudad, se encuentra el palacio arzobispal; residencia del señor Arzobispo de la capital hispalense.  

En él se encuentran también varias oficinas de la archidiócesis como son: las dependencias del Tribunal Eclesiástico, las dependencias de la Vicaría General, todos los despachos de los Vicarios del señor Arzobispo, y demás dependencias, eclesiásticas, adjuntas al arzobispo. 

Es un edificio de Bien Interés Cultural, y Patrimonio histórico de España. Era un conjunto de casa almohades, y a lo largo de los siglos se fue ampliando hasta que a mediados del siglo XVI; una reforma lo deja tal como se encuentra en la actualidad.  

Tiene una extensión de 6.700 metros cuadrados, ocupando casi toda una manzana. De entrada tiene un inmenso patio, y a continuación un segundo patio esplendidos los dos con sus macetones de plantas silvestres. 

La portada de estilo barroco, obra de Lorenzo Fernández de Iglesias y Diego Antonio Díaz, fue construida en el siglo XVIII, está considerada una fachada de las mejores del barroco sevillano, destacar los colores de la fachada de albero y sangre de toro, con que está decorada; colores que acompañan otros edificios de la ciudad. Así como su esplendido herraje de ventanas y balcones de una gran valía. 

En las últimas décadas del siglo XVIII el entonces arzobispo Alonso Marcos de Llanes Argüelles, dotó y abrió la biblioteca del palacio. Además realizo varios encargos al pintor José Suarez para la decoración del palacio; así como también para el palacio arzobispal de Umbrete pueblo de Sevilla; utilizado como sede estival de los arzobispos hispalenses. 

Durante la guerra de la Independencia, fue utilizado como sede de la comandancia general del ejército francés, y residencia del mariscal Soult y sus oficiales. 

Años después fueron los Duques de Montpensier, que estaban recién llegados a la ciudad los que ocuparon estás estancias como residencia ocasionalmente; mientras se realizaban las obras en el Palacio de San Telmo. 

Nada más cruzar el umbral te topas con los dos patios anteriormente reseñados, patios de estilo manierista construidos entre los siglos XVII y XVIII; el segundo patio posee una fuente del siglo XVI, y justo detrás de ese patio están todas las dependencias que os narraba anteriormente, cómo oficinas de los Vicarios. 

También se encuentra detrás de este segundo patio la biblioteca del palacio arzobispal; donde se conserva toda la documentación historia de la archidiócesis hispalense, dotando los primeros datos desde el siglo XIV.  

Desde el año 1.972 se está reorganizando está biblioteca, bajo la supervisión de la Institución Colombina, catalogados aproximadamente más de 13.000 legajos, unos 300 pergaminos, y cerca de 800 libros, llegando a ocupar más de 2.500 metros lineales. 

Cabe destacar su escalera central, de un solo tiro y tres tramos, una autentica obra de arte que data de la segunda mitad del siglo XVII; diseñada por fray Manuel Ramos, realizada con mármoles de colores y decorada con pinturas murales atribuidas a Juan de Espinal. 

También es admirable el salón principal con su techo pintado al fresco con setenta lienzos exaltando a la iglesia católica, y el resto de salones. 

Además posee una importante colección de pinturas y esculturas del barroco sevillano, repartida por el palacio, superada únicamente en Sevilla por el Museo de Bellas Artes y la Catedral; convirtiéndose en la tercera pinacoteca de la ciudad. 

Entre sus pinturas se pueden ver obras de: Francisco Herrera el Viejo, Francisco Pacheco, Zurbarán, Murillo, Juan de Zamora, y Juan de Espinal. A todo esto hay que añadir, colecciones procedentes de las escuelas italianas y holandesas, también de estilo barroco. 

Últimamente a finales del siglo XX, en el palacio se han generado una serie de obras de gran relevancia, acomodando el palacio a los tiempos modernos como son: las dependencias del señor arzobispo y las oficinas, dotándolas de aire acondicionado y calefacción central. 

También se ha abierto una librería religiosa a la entrada del palacio, donde puedes encontrar todos los libros relacionados con la iglesia católica, donde también venden toda clase de ornamentos para oficiar las misas, así como ropa para vestir los sacerdotes (camisas con alzacuellos), etcétera.

Manuel Enríquez Becerra

Fotos: Francisco Santiago, Antonio Sánchez Carrasco y Mariano Ruesga Osuna.










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