SPQR. Ojanetor. Antonio Sánchez Carrasco

Saludaba a diestro y siniestro. A los de la junta entrante y a los de la saliente. Bueno a estos por lo bajini, que tampoco es necesario que se entere nadie. Besos al aire hasta que llegaba alguien importante, ya sea un mayordomo o un ex hermano mayor de aquellos con mano en San Gregorio. A esos, besos resbalosos en las mejillas con abrazo y golpe seco en las espaldas.

Veía a los niños en las sillas con sus bolas de cera a los que gustaba reñir, sólo porque ninguno pasara el tamaño de aquella bola que guardaba en su casa.

Daba abrazos por doquier a miembros de la banda, a pesar de que no entendía  como seguían detrás de su Cristo aquella charanga de pueblo y no traían a la que era su delirio, aquella que llevaba los gorros de la infantería Austro-Húngara y cuya música sonaba a la cara de su Cristo y no a atasco por porrazo en Barqueta como la que ahora iba.

Gustaba de poner verde las obras pictóricas  que llegaban a su Hermandad. - ¡Cuidao lo que ha pintado el gachó!. Eso sí en petit comité y entre gin tonic en copa de balón. Cuando el autor venía a la presentación era de los de “Con la obra de fulanito entra la hermandad en un nuevo universo pictórico al alcance de muy pocos”. Si el cartel era fotográfico usaba términos como fotón o fotazo. Aunque a solas con sus jartibles confesaba que él con el móvil hacia mejores fotos.

Nada de aquello que organizaron Consejo y Ayuntamiento para la Cuaresma 2021 le pareció bien, pero..., ya saben si lo ven en algún acto o exposición no se lo tengan en cuenta. Es Ojanetor y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

SPQR: Sevilla Patriaque Rumore.

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.