Jueves pastoreños. Los Zagales Reales: una seña de identidad de la Pastora Primitiva (II). Francisco Javier Segura Márquez

Los Zagales fueron, desde su creación, los mejores abanderados de la Hermandad, seña de identidad y distinción en los cortejos de los que formaban parte. Hoy día, su presencia se ha visto limitada al reparto de las almendras de la Divina Pastora, en recuerdo del milagro que hizo Fray Luis de Oviedo, por intercesión de la Santísima Virgen, para la curación de un enfermo, en la Villa de Las Cabezas de San Juan, durante una misión del Venerable Padre Fray Isidoro de Sevilla.

En otros momentos participaron en diferentes procesiones, y así se conoce que estuvieron presentes en la Santa Iglesia Catedral en 1903, durante los fastos del Segundo Centenario Fundacional, siendo esta una de las ocasiones más importantes en las cuales la pisaron después de 1879, cuando estrenaron unos trajes de color celeste ante la efemérides concepcionista del XXV aniversario de la proclamación de su Dogma.

Conservamos el testimonio gráfico del paso de estos niños por la Santa Iglesia Catedral en 1919 acompañando a la Divina Pastora del Convento de PP. Capuchinos de la Ronda durante la procesión del Corpus. El cortejo, al no tener una hermandad establecida que le rindiera culto, era organizado por los frailes contando con la presencia de nuestra Corporación, que cedía para acompañar al icono conventual cuantos enseres requiriera su servicio, contando entre sus gestos también los honores que le pudieran rendir los niños zagales del Primitivo Rebaño, a quienes vemos posando ante las andas neogóticas de la Pastora de Capuchinos en la intersección de las calles Placentines (hoy Cardenal Amigo Vallejo), Alemanes y Plaza del Cardenal Lluch (luego titulada Plaza Virgen de los Reyes).

En la última imagen que mostramos en este Jueves Pastoreño, se contempla cómo el cortejo de la Divina Pastora desciende la Avenida Queipo de Llano (hoy Avenida de la Constitución) dejando atrás el Banco de España para hacer su entrada en la Plaza Nueva. La inconfundible estampa del Padre Ardales, portando la Bandera Asuncionista, acompañado de los próceres de la Hermandad que le acompañan con faroles y varas viene precedida de la singular estampa de los Niños Zagales, que aportan la simpatía e inocencia propias de su edad al cortejo en cuestión, que no es otro que el que participó en la procesión extraordinaria del 12 de noviembre de 1950 para celebrar la declaración dogmática de la Asunción de Nuestra Señora. La Primitiva Pastora de Santa Marina, entonces con sede provisional en San Martín, se presentaba con la mayor dignidad, sobre unas andas compuestas para la ocasión que fueron recreadas para la Veneración sustitutiva de la pasada procesión del 2020.

La Hermandad, sabedora de su primacía en dicha declaración como Voto Asuncionista en 1903, se adentraba en la oficialidad del recorrido mostrando a todos, en la felicidad de unos niños y en la nostalgia de quienes llegaban con el alma herida y llena de ausencias, la grandeza de la que supo ser abanderada en tantas costumbres que se han recuperado felizmente. El hermano Álvaro Martín González volvió a vestir este traje de zagal con motivo del traslado de la imagen para presidir el Pregón de las Glorias en 1994. Por última vez, el pasado día 24 de junio, el niño Luis Escudero Rodríguez asistió, vestido de Zagal Real, al alcalde de Sevilla, don Juan Espadas, en el momento de colocar sobre el pecho de la Virgen la Medalla de la Ciudad. Los Zagales Reales de la Pastora, sirviendo siempre a mayor gloria de su Amantísima Titular.