Liturgia. El Tiempo de Navidad. Jesús Luengo Mena
Arte Sacro. El tiempo de Navidad va desde las primeras vísperas de Navidad hasta el domingo después de Epifanía, o después del 6 de enero, inclusive.
El día de Navidad tiene su octava propia dispuesta de la siguiente manera:
a) Domingo dentro de la octava, o en su defecto, el día 30 de diciembre: fiesta de la Sagrada Familia.
b) El 26 de diciembre: fiesta de san Esteban, el primer mártir.
c) El 27 de diciembre: fiesta de san Juan, apóstol y evangelista.
d) El 28 de diciembre: fiesta de los santos Inocentes.
e) El 29, 30, 31 de diciembre son días «dentro de la octava».
.jpg)
f) El 1 de enero, octava de Navidad: solemnidad de santa María Madre de Dios, en que se conmemora también la imposición del santo Nombre de Jesús.
El domingo entre el 2 y 5 de enero se llama Domingo 2° después de Navidad. La Epifanía del Señor se celebra el 6 de enero, a no ser que se transfiera -donde no es de precepto- al domingo situado entre el 2 y el 8 de enero[1].
En este tiempo litúrgico de Navidad celebramos una fiesta de origen devocional como es la de la Sagrada Familia, el domingo posterior al día de Navidad o el 30 de diciembre. Es una fiesta que se instituyó a fines del siglo XIX, autorizándola León XIII.
 [640x480].JPG)
El primer día del año, el 1 de enero, se celebra la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. Hasta la reforma litúrgica del Vaticano II era una fiesta del Señor que recordaba su Circuncisión. Es dogma de fe desde que el Concilio de Éfeso en 431 así lo proclamara. Esta fiesta está destinada a celebrar la parte que tuvo María en el misterio de la salvación y a exaltar la singular dignidad de que goza la santa Madre de Dios, por la que merecimos recibir al autor de la vida. Ese día se celebra también la Jornada mundial por la Paz, instituida por Pablo VI. Ocho días después del nacimiento de un niño los judíos practicaban el rito de la circuncisión, signo visible de la pertenencia al pueblo escogido y de la Alianza con Yahvé, fiesta que la Iglesia recordaba en la octava de Navidad, primer día del año conjuntamente con la solemnidad de la Maternidad de María como Madre de Dios. Fue el Concilio de Éfeso –431– el que proclamó a María no solo como Madre de Cristo sino como Madre de Dios gracias entre otros a san Cirilo que defendió el dogma en contra de la opinión de Nestorio. Así, María no es solo Madre de Cristo sino Theotokos, en latín Dei Genitrix, o sea, Madre de Dios. Este título de la Virgen como Madre de Dios fue el primero que la Iglesia reconoció.
Otra celebración importante del tiempo de Navidad es la Solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que se recuerdan tres manifestaciones del gran Dios y Señor nuestro Jesucristo: en Belén, Jesús niño, al ser adorado por los magos; en el Jordán, bautizado por Juan, al ser ungido por el Espíritu Santo y llamado Hijo por Dios Padre; y en Caná de Galilea, donde manifestó su gloria transformando el agua en vino en unas bodas (elog. del Martirologio Romano).
Es una fiesta de origen oriental, en cuyas iglesias se celebra incluso más que el Nacimiento, es también fiesta fija –seis de enero, Día de Reyes y de alegrías infantiles– y data de finales del siglo IV en Roma. Es la manifestación del Gran Poder, y día en que su hermandad sevillana celebra Función Principal de Instituto. En la Eucaristía de ese día, tras el Evangelio, se lee la Epacta, relación de las fiestas movibles del Año Litúrgico.
La fiesta del Bautismo de Jesús –domingo siguiente a Epifanía– ha adquirido con la reforma litúrgica una importancia relevante como fiesta del Señor.
Fiesta del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo, en el que maravillosamente es proclamado como Hijo amado de Dios, las aguas son santificadas, el hombre es purificado y se alegra toda la tierra (elog. del Martirologio Romano).
Es la fiesta que en las iglesias orientales prevalece sobre las demás en el ciclo navideño, la epiphaneia. Con esta fiesta se cierra el tiempo de Navidad y se comienza el Tiempo Ordinario.
El color del tiempo navideño es el blanco.
[1] NUAL 35 al 37.
Telegram