De patinetes, guiris (segundo día de triduo). Antonio Sánchez Carrasco

Si el primer día de triduo lo hice mirando a las vejigas de los sevillanos, el segundo lo iniciamos mirando a los guiris y a las personas a los que el hecho de una manifestación religiosa se las trae al pairo o simplemente no saben lo que están viendo. Patinetes y bicicletas a modo verano azul, alguno incluso sin saber como moverse en bullas o a través  de una cofradía.  Por supuesto pantalón corto y chanclas. A Olaf  el sueco sólo le han dicho que va a una ciudad, con calor cerveza y paella y no tiene porque saber lo que estamos celebrando aquí si nadie se lo cuenta. He podido vivir algún momento Magaluf como los cuatro guiris a dos tercios de Cruzcampo de acabar pegando costerazos poco antes de llegar la cruz de guía de San Isidoro al Salvador o alguna que otra despedida de soltero o fiesta nocturna en piso.

Afortunadamente no todo el mundo es de la misma manera y también los hay que tienen educación aunque no entiendan bien lo que están viendo. Sería interesante aprovechar ese potencial turístico que tiene la Semana Santa para que el que venga sepa a lo que viene.

Lo de los patinetes aunque lo pongamos en solfa por la Semana Santa quizás es algo que debamos trasplantar al resto del año porque salimos a susto diario. De por si las aglomeraciones son complicadas, con estos comportamientos y sin mascarilla ya veremos, nos servirá para saber en qué potencia sigue el bicho entre nosotros. Segundo día de quinario de penas negras, y es que antes de hablar de lo que nos ha entusiasmado hay que contar lo que nos ha gustado menos.

Mañana último día de tragedias. Sean felices ya queda menos para la Feria.

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.