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El Taller de Sucesores de Elena Caro restaura la túnica de Esparragosa de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Marchena


Arte Sacro. La restauración de la túnica de Esparragosa era un proyecto largamente anhelado por los hermanos y devotos de Jesús Nazareno de Marchena, que volvió a lucirla por las calles de Marchena después de más de ochenta años. 

La escritura de obligación para la realización de la túnica entre Pascual Domínguez de Esparragosa, maestro bordador de Morón de la Frontera, y la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, se data en 1800, siendo entregada a la corporación en 1802. La misma aparece firmada y fechada por su autor en las mangas, permaneciendo en uso para la procesión de la mañana del Viernes Santo hasta principios de los años cuarenta del siglo XX.

Los estudios realizados sobre la misma -llevados a cabo entre mayo de 2018 y julio de 2020- concluyeron, tras analizar las distintas patologías que presentaba, que su estado de conservación era pésimo. Las principales alteraciones se localizaban en el tejido base, cuyas fibras se encontraban en un estado de disgregación tan elevado que el mismo había perdido por completo su propia consistencia original, y por tanto dejado de cumplir su función de soporte al no resistir el peso y las tensiones de los bordados. Significativas eran también las importantes lagunas en la superficie velluda, cubiertas a su vez en gran parte por una capa de pintura oleosa que había incrementado el grado de fragilidad del tejido, al hacerlo más quebradizo. A dichas alteraciones se sumaba la no correspondencia con las dimensiones actuales de la imagen, modificadas a mediados del siglo XX, impidiendo ambas cuestiones que la obra mantuviese el uso procesional con el que fue concebida.

Así pues, el deterioro activo y los importantes daños señalados, hacían que la obra estuviese en grave peligro y, por tanto, requiriese una intervención de urgencia, para evitar que las alteraciones provocasen daños futuros irreversibles, así como para devolverle su correcta lectura, integridad y estabilidad. En este sentido, se planteó en primera instancia una propuesta de intervención que contemplaba únicamente tratamientos conservativos, a fin de que la obra original estuviese expuesta en las condiciones óptimas para su conservación, y fuese sustituida en su uso procesional por una copia. Finalmente, considerando la corporación que la obra original debía mantener su uso, se optó por un proyecto de restauración integral en el que se sería sustituido el soporte.

Dio luz verde al proyecto la resolución de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, de 30 de diciembre de 2020, por la que se concedía a la Hermandad una subvención para la restauración de la obra. La misma asumía el 76,18% del presupuesto total del proyecto, completándose el importe restante con aportaciones de los hermanos y devotos de la Archicofradía.

El proyecto ha sido llevado a cabo por Sucesores de Elena Caro, que ha contado con un equipo interdisciplinar, así como con los materiales y medios necesarios para llevar a cabo la intervención de acuerdo a los criterios establecidos. El equipo de profesionales ha estado integrado por los Licenciados en Bellas Artes especialistas en Conservación-Restauración de Bienes Culturales Carlota Elena Meléndez, Gonzalo Navarro Ambrojo y M.ª Gema Pérez Morales; el Licenciado en Historia Jesús López Alfonso; y la plantilla de oficiales bordadores del taller.

La intervención se ha basado en el conocimiento de la realidad del ámbito profesional, así como en los criterios de intervención establecidos por los organismos públicos encargados de velar por la conservación del patrimonio histórico-artístico. De este modo, la propuesta de actuación para la restauración de la obra ha sido planteada siguiendo la metodología propia de una intervención de carácter científico e interdisciplinar[1]:

- 1. Se ha realizado un estudio de la obra por profesionales formados académicamente en el ámbito de la Conservación-Restauración de Bienes Culturales, elaborándose los correspondientes informes técnicos: diagnóstico, proyecto de intervención y memoria final.

- 2. Se ha planteado una propuesta de intervención que se adecua a la línea de actuación aceptada sobre bienes culturales de carácter textil en los que incurren una serie de características propias de tipo funcional, social y devocional.

- 3. La intervención, con una metodológica y criterios concretos, se encuentra justificada por el carácter procesional y de uso de la obra, así como por el irreversible estado del tejido base y su carácter secundario frente a la ornamentación bordada.

- 4. La intervención contempla, por tanto, la sustitución del tejido base y el forro por otros de idénticas características a los originales, para recuperar la correcta lectura de la obra; así como la aplicación de tratamientos de restauración en los bordados que conforman la ornamentación.

Con un plazo previsto de doce meses, el proyecto se ha llevado a cabo entre febrero y diciembre de 2021, constando de las siguientes fases y tratamientos[2]:

  1. Estudios previos:

- Estudio histórico. Responsable: Jesús López Alfonso.

Documentación del origen e historia material, análisis iconográfico y morfológico-estilístico.

- Estudios técnicos. Responsable: Gonzalo Navarro Ambrojo.

Realización del análisis técnico y material, elaboración del protocolo de actuación y reproducción del diseño ornamental de la decoración bordada.

Tratamientos de conservación curativa. Responsable: M.ª Gema Pérez Morales.

- Limpieza de la decoración bordada: microaspiración, rehidratación y limpieza química mediante el empleo de los disolventes adecuados tras la realización de las pertinentes pruebas.

- Consolidación y fijación de la decoración bordada.

Tratamientos de restauración. Responsable: Carlota Elena Meléndez.

- Separación y de los elementos constitutivos de cada una de las partes de la obra. 

- Extracción de la decoración bordada.

- Reintegración de la decoración bordada y fijación al nuevo soporte, empleándose un terciopelo de seda de idéntica tonalidad al tejido base preexistente en su estado primigenio. Los tratamientos -aplicados por los oficiales bordadores bajo la supervisión de Carlota Elena, gerente del taller-, han sido totalmente respetuosos con el original, reintegrándose exclusivamente los elementos desaparecidos, tanto en los elementos bordados en hilos tendidos sobre preparación previa, como los realizados de manera directa sobre el tejido base mediante el empleo de lentejuelas y canutillos.

- Confección de la túnica, adaptándola a las dimensiones actuales de la imagen. Para ello se han modificado únicamente las proporciones de las zonas de terciopelo sin bordados, respetando así el diseño ornamental original.

 


[1] En cuanto a criterios y metodología, son de referencia las publicaciones de MONTERO MORENO, Araceli: “Criterios y metodologías en patrimonio textil de carácter funcional y expositivo”, en Actas EMERGE 2014. Valencia, 2014, pp. 399-407 y "La conservación del Patrimonio textil. Entre la función y la exposición", en Actas del Congreso Nacional: Estudio y Conservación del Patrimonio Cultural. Málaga, 2015, pp. 39-42.

[2] Para la terminología se han tenido en cuenta las consideraciones de la resolución presentada en la XV Conferencia Trianual ICOM-CC Terminología para definir la Conservación del Patrimonio Cultural Tangible. Nueva Delhi, 22-26 de septiembre de 2008.

Fotos Nazareno: Gonzalo Lora.










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