Martínez Ares. Antonio Sánchez Carrasco

Aquí somos tan jartibles que los sevillanos más jartibles también son jartibles de carnavales y con lo que nos gusta Cádiz aún más. Aprovechando que Martínez Ares la pone botando no seré yo quien deje de rematar.

La hermosura de Cádiz, como las luces de la Antigua Catedral, de donde viene la foto que acompaña a estas letras, la iglesia de Santa Cruz. Con lo que conlleva esa zona. El barrio de Santa María donde el Nazareno y Regidor perpetuo de la Ciudad sigue procesionando como aquel día en el que la epidemia y la muerte se levantó del suelo Gadita, tu Cristo hasta que te echaron, Martínez Ares.

Me encanta pasear por esas calles que saben a recuerdos de otros tiempos y huelen a levantera y guiso de casa de vecinos. Me encanta ver que a pesar del turismo siguen habiendo bares que parecen tascas y tiendas de ropa que parecen Vilima. En serio tocayo, ¿viviendo donde vives y escribiendo como escribes necesitabas tirar por tierra las creencias de tantos andaluces?. Que bajeza para un poeta como tú cargar contra  la estampa raída que seguro tenía algún familiar tuyo y que te hizo creer algún tiempo en el Nazareno.

Pensarás que soy un facha por escribirte estas letras pero es que me da pena haberte leído y oído tanto para ver que con la edad has perdido la frescura de poder criticar con tus letras tantas injusticias, esperaba algo contra la Guerra, tienes donde elegir en el mundo, contra los precios, contra los políticos de todo signo que son capaces de crear un problema para después salir de libertadores solucionándolos a medias, el cambio climático que con los años nos puede dejar sin Caleta, leyes que sueltan a violadores..., pero te fuiste a ir contra la Macarena y contra la Semana Santa demostrando que aquella libertad que tanto pregonaste, hace mucho que sólo tiene un color y una dirección. Estaba claro que estabas en las tablas de la libertad. La misma que yo uso para decirte que me has decepcionado y mucho, por el aplauso fácil de esa facción de un sólo color excluyente.

No seré yo quien defienda a la Macarena, Ella se defiende sola cada día, porque la Macarena no es sólo el Viernes Santo, es su obra social, que no te desglosaré porque fue su Hijo el Nazareno el que nos dijo aquello de la mano izquierda y derecha. Sólo decirte que cuando veas la gente que rodea un paso o un trono en cualquier punto de Andalucía pienses en los  versos que Antonio Martín escribió para "Los Hijos de la Libertad".

"Los charlatanes a sueldo que se echen a temblar

Que aquí está la voz del pueblo,

Que es la voz de la verdad."

Condió tocayo a seguir bien que tampoco soy yo de desear mal a nadie.

#NoEsLunesPeroTambienHaySol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.