El Turista. Antonio Sánchez Carrasco

Que conste que soy partidario y veo las ventajas de que en la Ciudad se celebren eventos magnos que nos pongan en el mundo y llenen los bolsillos de quien corresponda por su negocio. Que conste que porque cuatro ultras estropeen una fiesta como la del fútbol no hay que señalar ni a Bilbaínos ni a Mallorquines. Que conste que lo de la basura y la micción (eso sí ponerse en unos contenedores no en la puerta del Cachorro ome), también puedo llegar a entenderlo cuando no hay contenedores, papeleras o WC.

Eso sí yo voy más allá porque el hecho de que la Final de la Copa del Rey ocurriera una semana después de la Semana Santa hace que se pongan a la par o se enfrenten la Semana Mayor y sus reglas de seguridad con las que se usan con eventos que no tienen que ver con nuestras fiestas o tradiciones.

Y es que hemos pasado en una semana de no poder pisar la calle con una cerveza a hacer botellón en las gradas de la Catedral, hemos pasado de aforar calles a permitir que se amontonen en calles como Mateos Gago.

Hemos pasado de vallas y aforamiento a desmadre y amontonamiento. Debe de haber alguna norma de seguridad que se nos escapa a los autóctonos que si es necesaria en algún tipo de eventos y no es necesaria en otros. Debe ser que sacar un vaso de plástico en la puerta de un bar y que te vendan una botella de agua cuando pasa una cofradía es un problema de seguridad y un macro botellón en los alrededores de la Catedral es algo necesario o primordial. Y ojo insisto nada en contra de los que vienen todos tratan de portarse lo mejor posible y disfrutar. Pero quizás falta algo de pedagogía en esta Ciudad como ha pasado con tantas cosas, y es algo que no tiene color político. Ahora viene la Feria y se volverá a controlar los bares del Arenal cuando haya toros como si una cerveza en la puerta de un bar fuera un arma de destrucción masiva. Y ojo estas letras no tienen que ver con el frentismo, Dios me libre, es que hay algo que no entiendo, y eso martillea mi maltrecho cerebro buscando una explicación. Disfruten la semana, que la próxima vez que hablemos ya se habrán encendido farolillos en la Ciudad, el farolillo aquel invento anónimo que pasó a la posteridad como símbolo de la alegría de una semana.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.