La obra de la biblioteca del Prado comenzará en verano de 2007. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla.
La Gerencia de Urbanismo fija en el próximo verano la fecha de inicio de la obra de construcción de la biblioteca central de la Universidad de Sevilla. El Ayuntamiento estima que la arquitecta adjudicataria, Zaha Hadid, tendrá concluida la redacción del proyecto a principios de 2007, que será cuando se practique la licitación para tener a punto los trámites de la contratación en primavera. El presupuesto y la financiación corren a cargo de la institución académica. Urbanismo recuerda que la conjugación de este edificio con el entorno de jardines y viviendas del Prado de San Sebastián deberá hacerse de acuerdo "con los criterios que esgrima la Comisión Provincial de Patrimonio" de la Junta de Andalucía. La arquitecta tiene previsto venir a Sevilla el próximo otoño con el objetivo de comprobar la "adecuación material" de sus ideas. La Gerencia espera que en esa visita se especifiquen aspectos fundamentales de la obra y del proceso de construcción.
Respecto a la cercanía de esta biblioteca con la que se edificará en los terrenos de la Cross Pirotecnia, Urbanismo entiende hay que tener muy presente que la del Prado será la Biblioteca Central de la Universidad, "un equipamiento que en ciudades europeas de la dimensión de Sevilla resulta ser un equipamiento central, es decir de reunión ciudadana y universitaria".
El edificio para la biblioteca y el centro de investigación de la Universidad de Sevilla, que se ubicará en el extremo del Prado más cercano a la calle Diego de Riaño, está concebido como una prolongación de los jardines del parque.
A la hora de valorar el entorno del edificio, en el anteproyecto elaborado por la arquitecta Zaha Hadid se califica la avenida de Carlos V como la más ruidosa. En contraste, la calle Diego de Riaño y la Avenida de Portugal merecen la calificación de "ruido intermedio", así como el frente de la parcela hacia el parque es el más tranquilo. Partiendo de estas premisas, está definido que la zona sur del inmueble sea la que cumpla las funciones de sala de lectura. La zona norte albergará "los ambientes con mayor flujo de actividades".
El anteproyecto distingue a los usuarios en función de cómo accederán al edificio: los que procedan de los centros universitarios lo harán cruzando el parque; el usuario que utiliza el transporte público o privado pero sin automóvil propio procederá en su mayoría de la avenida de Carlos V, que harán uso de la rampa peatonal de acceso que dará hacia la calle Diego de Riaño; y el tercer gran grupo será el de los usuarios con automóvil propio, que dispondrán de un aparcamiento con entrada por dicha avenida. La denominada zona común del edificio constará de recepción, sala de conferencias, sala de exposición y cafetería.
El diseño de la plataforma se presenta como una plataforma hundida en la parcela y discretamente apareciendo sobre el nivel de la calle. En dicha plataforma se concentran la zona de depósitos y talleres, el aparcamiento y la mayor parte de las instalaciones. Este nivel del edificio recibe luz y ventilación a través de ventanas altas.
La segunda planta concentra la zona para consultas y estudio con capacidad para 600 usuarios desplegados en tres niveles a modo de terrazas con un espacio central de gran altura donde se ubican 20.000 volúmenes. Esta zona recibirá luz cenital a través del lucernario que cruza el edificio de norte a sur y desde este lugar se podrá admirar el parque del Prado a través de perforaciones de la fachada. La arquitecta expone en el anteproyecto que el edificio guarda armonía con el entorno, "debido al color del material y a la altura del mismo, la cual es muy similar a las de los edificios aledaños".
Respecto a la iluminación interior del edificio, el anteproyecto dicta que será fundamentalmente fluorescente y en sus características técnicas e instalación se tendrá en cuenta la gran cantidad de personas que el edificio podrá albergar al mismo tiempo, así como que estará abierto las 24 horas.
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