La Hermandad del Dulce Nombre recupera cuatro cartelas de Castillo Lastrucci que se expondrán en el besamanos de la Virgen

Arte Sacro. La Hermandad del Dulce Nombre ha recuperado cuatro cartelas de Castillo Lastrucci que pertenecieron a unos antiguos respiraderos de la Virgen del Dulce Nombre. Las piezas han sido donadas por un onubense que las encontró en una chatarrería a principios de los años 70 y las ha conservado hasta la actualidad.

La corporación de la Bofetá se deshizo de los respiraderos cuando adquirió en 1931 unos realizados por Andrés Contreras. Los de Castillo, con sus cartelas, fueron vendidos a la Hermandad del Santo Entierro de Ayamonte, en la provincia de Huelva. Con el tiempo, los respiraderos acabaron en una chatarrería. De aquel lugar las rescató a principios de los 70 Manuel Cabalga, onubense que ha decidido donarlas a la Hermandad del Dulce Nombre para que ésta las conserve entre su patrimonio.

Las cuatro cartelas representan escenas de la vida, pasión y muerte de Cristo: la presentación de Jesús en el templo, Jesús rodeado de doctores, la Piedad tras ser descendido de la cruz y el traslado al sepulcro.

El material con el que están hechas las cartelas es galvanoplastia, resistente como la plata y que, por las necesidades económicas de la época, era comúnmente empleado por numerosos orfebres.

Tras su donación el pasado Martes Santo, éstas han sido restauradas en los talleres del orfebre Ramón León debiendo ofrecer, en la actualidad, un aspecto parecido al que tuvo en su origen.

Exposición de las cartelas

Las cartelas serán expuestas en la Parroquia de San Lorenzo durante la celebración del besamanos de la Virgen del Dulce Nombre los días 22, 23 y 24 de septiembre

Ausencia de datos

En la actualidad, se desconoce la fecha exacta de su ejecución a falta de una investigación rigurosa sobre las mismas. Se sabe que pertenecieron a unos respiraderos del paso de palio que vinieron a sustituir a los primitivos realizados por José Lecaroz en 1921. Algunos historiadores ubican la pieza de Castillo en 1929, añadiendo que su coste ascendió a 3.500 pesetas. Sin embargo, en la Hemeroteca Municipal de Sevilla han aparecido datos que ya anuncian unos respiraderos de Castillo Lastrucci en la Hermandad del Dulce Nombre en 1924.