El recorrido de la Cabalgata 2007 no se verá afectado por las obras. Rocío Martínez Trujillo. ABC Sevilla
La Giralda relegada a un segundo plano, la Torre del Oro sobre un patinete y en la parte superior de ésta y el rey Baltasar son los principales elementos que componen el cartel de la Cabalgata 2007, presentado ayer en el Ateneo, organizador del evento. La ausencia de Melchor y Gaspar y la destacada figura del rey de color «es un guiño a la inmigración que siempre está en tercer lugar. De esta manera pretendo situarlo en primer plano a la vez que contribuir a la mejora de la relación entre los sevillanos y la población que viene a buscar trabajo aquí», indicó Miguel Parra Boyero, el autor del cartel.
Un total de 32 carrozas desfilarán esta vez en un recorrido que apenas difiere del ya realizado el pasado año, a excepción del último tramo, desde Recaredo a La Buhaira, cuya aprobación aún está en trámites. Tanto la Plaza Nueva como la Encarnación e Imagen estarán presentes en el itinerario, aseguró a ABC Juan Ortega, director y coordinador de la Cabalgata, a lo que añadió que la Gerencia de Urbanismo les comunicó por escrito que la Plaza Nueva estaría terminada para tal fecha, por lo que, recalcó el coordinador, no ha habido ningún problema, debido a las obras, al que se haya tenido que enfrentar la organización del festejo.
Como novedad, la entrada de las carrozas, que tendrá lugar por primera vez en el parque de La Buhaira, estará acompañada de una exhibición de fuegos artificiales, «con la intención de llamar la atención a los sevillanos, ya que la última parte del tramo no tiene apenas afluencia de público», indicó Ortega. Una vez que entren las carrozas y abandonen los asistentes la zona, las carrozas continuarán vacías hacia las naves desde donde emprendieron su camino en la sede del Porvenir.
Las ocho nuevas carrozas que debutan este año son Sevilla Romana, Las Crónicas de Narnia, Charly y la fábrica de chocolate, el bosque encantado, Eurobasket, la Música -en homenaje a Mozart-, una de homenaje a Juan Ramón Jiménez y La Escoba. Esta última irá situada detrás de la carroza de Baltasar repleta de peluches y servirá de repuesto si surge algún percance para evitar que los niños tengan que abandonar la Cabalgata, como ocurrió el pasado año con la carroza del Quijote, que volverá este año a desfilar por las calles de la ciudad. Los dibujos de diseñadores sevillanos, además de los de Iluminada Simón y Maica Ballesteros, que ganaron el concurso organizado por el Ateneo el pasado año, serán recreados en las carrozas.
Rafael Pineda, delegado de Medio Ambiente, ostentará el cargo de Mago por un día. El Gran Visir será Anselmo Valdés, responsable de los beduinos y de la Cabalgata en la calle, y el sastre Antonio Ibáñez Noriega, quien también tiene una estrecha relación con el mundo de los caballos, encarnará el 4 de enero al Heraldo, que acompañado por séquitos de a pie recogerá las cartas de los más pequeños.
El presidente del Ateneo, Enrique Barrero González comparó a la Cabalgata con la Semana Santa y la Feria de Abril en el sentido en que ésta, como las otras dos, «tiene una tradición, un canon y una configuración que es necesario mantener». Pese a ello, «vamos innovando ciertas cosas. Al principio los Reyes Magos iban en camello y ahora viajan en Land Rovers», apuntó el presidente, que hizo alusión también a la trasformación que se llevó a cabo desde el pasado año: «Sustituimos los tractores, por primera vez en España participaron perros guía en la carroza de la ONCE, y también pretendemos incrementar la seguridad».
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