Eras tú. Los Bocoy de Pepe
Esta tarde te vi, estabas allí, desafiante y altanera, observándome, sin pestañear, sin ni tan siquiera prestarme atención; mi presencia te inquietaba pero me ignorabas; te miré con ganas de avalanzarme sobre ti, de saborearte, pero no quisiste ni siquiera prestarme atención.
Me puse cerca tuya no conseguía superar mi tensión hacía ti, y allí seguías con tus rizos marrones mirándome y escrutándome cerca de la barra.
No pude más, fui hasta el mostrador y te pedí, era 16 de enero y obvié a mi endocrino, pero te comí entera, ya era hora de comerse la primera torrija, amén.