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Crónicas desde la Campana. Madrugá de silencios y aplausos. Daniel García Acevedo


 La hermandad del Silencio pidió a la venia a las 1,20 horas, 5 minutos antes de lo previsto. A la Cruz de Guía se le cantó una saeta. El Señor pasó con su habitual andar rápido. Le cantaron un par de saetas, desde dos balcones distintos. A la Virgen de la Concepción, igualmente, le cantaron 2 saetas. Los dos pasos fueron parados antes de entrar a Sierpes.

El Gran Poder llevaba la túnica bordada conocida por la de los Cardos, realizadas por las hermanas Antúnez a finales del siglo XIX y restaurada el año pasado por Santa Bárbara. Evidentemente perdió todo el movimiento de túnica que lleva el Señor con la túnica morada. Le fueron cantadas hasta 3 saetas. La Virgen del Mayor Dolor y Traspaso venía con claveles blancos como exorno floral y su habitual andar rápido, teniendo una parada antes de llegar a Sierpes.

La Macarena pedía la venia a las 3,03 horas, 2 minutos antes del horario fijado. Al Señor de la Sentencia le tocaron hasta 5 marchas en su discurrir por la Campana. La cuadrilla anduvo con el habitual andar de costeros abiertos y el pequeño paso atrás antes de terminar cada marcha. Fueron los primeros aplausos de la noche. Los romanos del paso estrenaban las nuevas corazas, cascos y demás complementos realizado en su diseño por el joven escultor Fernando Aguado, que se encontraba viendo el paso delante de el. La levantá de la Macarena en el palquillo fue dedicada a los Donantes de Órganos. Le fueron interpretadas las siguientes marchas “Virgen Macarena”, “Esperanza Macarena”, “Coronación de la Macarena”, “Macarena” de Cebrian y “Pasa la Macarena”. Este año llevaba el manto conocido como el camaronero y la nueva toca realizada por Francisco Carrera inspirada en la de Rodríguez  Ojeda y que se perdió en la guerra. El paso traía claveles blancos y azahar en las jarritas delanteras. El público permaneció en silencio, abstraído por la belleza de la Virgen, hasta que se marchó por Sierpes que se le despidió con un fuerte aplauso.

 La Cruz de Guía del Calvario entró con 25 minutos de retraso. El Cristo del Calvario pasó a un buen ritmo. Le cantaron una saeta desde un balcón. Llevaba lirios morados y claveles rojos en las jarras del paso. La Virgen de la Presentación llevaba claveles blancos. También le cantaron una saeta. El manto es una verdadera joya de nuestra Semana Santa.

El Cristo de las Tres Caídas pasó con su peculiar forma de andar a los sones de su banda que tocaron 4 marchas durante su paso por Campana. Muy aplaudida esta entrada. La levantá en el palquillo el paso dio un par de pasos hacía atrás. Cuando el paso estaba en Sierpes se volvió a meter en Campana andando hacía atrás varios pasos. El caballo estrenaba un color distinto, el primitivo de color bayo. El exorno floral fue muy comentado ya que se quitó el habitual monte de claveles y se sustituyó por un salteado de flores, hasta 7 tipos distintos, que le daban un tono curioso. A la Virgen de la Esperanza le tocó la banda de Santa Ana de Dos Hermanas las marchas “Pasión por Triana”, “Triana de Esperanza”, “Reina de Triana”, “Esperanza trianera” y “Esperanza de Triana coronada” para entrar en Sierpes. El paso traía 3 tipos de flores y 2 colores distintos, blancas y rosa. Lucía el tocado llamado refregador y estrenaba el rostrillo de encaje y el puñal en oro y piedras, que le realzaban aún más su belleza.

 La hermandad de los Gitanos entró en Campana 40 minutos más tarde del horario establecido. Al Señor de la Salud pasó con 7 marchas interpretadas por la agrupación musical Virgen de los Reyes. La última de las marchas fue “Cristo de los Faroles” que comenzaron a tocarla desde el solo, tras la levantá a pulso de los costaleros. La levantá en el palquillo la dio el presidente del consejo de cofradías, Manuel Román. El hermano mayor de los Gitanos, José Miguel Ortega Ezpeleta, estuvo viendo el paso de su cofradía por Campana desde el palquillo del Consejo. El paso llevaba un friso de lirios morados bajo el monte de claveles rojos. A la Virgen de las Angustias le fueron lanzados una inmensa petalada desde la azotea del edificio de Ocaso. La banda de música de las Nieves de Olivares, que se estrenaba en esta procesión, interpretó las siguientes marchas, “Costalero”, “Esperanza de Triana coronada”, “Coronación de la Macarena”, “Madre de los Gitanos coronada” y “Nazareno y gitano”. Llevaba las flores de las jarras en forma cónica. Estrenaba la restauración del manto azul pavo. Se terminó de pasar a las 8,10 horas, habiendo ya amanecido a esa hora.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.










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