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Provincia. Una mirada a las Glorias de la provincia (I). La Divina Pastora de Utrera


 Eduardo Fdez. López. La devoción a la Divina Pastora vuelve a renacer en la localidad de Utrera con la creación de la ‘Asociación Parroquial de Fieles de la Divina Pastora de las Almas’ el pasado 2007, coincidiendo con la conmemoración de los trescientos años de la presencia de esta advocación en la localidad.

Fray Isidoro de Sevilla, en 1707, predicó el Sermón del Viernes Santo en la Capilla de San Bartolomé y entronizó allí una imagen de la Divina Pastora, fundando la tercera hermandad pastoreña de la historia, tras la sevillana de Santa Marina y Carmona.

Esta asociación pretende cada primer sábado de octubre celebrar una Sagrada Corona por las calles de la feligresía, esto es, un rosario de siete misterios o corona gloriosa que creó Fray Isidoro de Sevilla, y que incluye setenta y dos avemarías y siete padrenuestros. Asimismo, también celebrará una Función Principal de Instituto. Todos estos cultos están recogidos en las primitivas reglas, de hace trescientos años, y que aún hoy se conservan.

 Las madrinas de esta nueva asociación son las hermandades pastoreñas de Cantillana y Aracena. La primera lo es porque en dicha localidad nació la idea de refundar una organización de fieles en torno a esta Virgen; la segunda, porque el día del encuentro pastoreño que tuvo lugar en junio de 2007 en el santuario de Consolación, se ofreció a serlo.

Este VII encuentro sirvió para reactivar la devoción y el culto a esta bella imagen de la Divina Pastora que se conserva en la Iglesia de Santa María de la Mesa, volviendo a recorrer por tal motivo las calles utreranas hasta el Santuario de Consolación.

Entre los proyectos, el artista local Sebastián Martínez Zayas ha diseñado el escudo de la corporación, basándose en lo que aparece en las reglas de la antigua hermandad del año 1707, es decir, está formado por el cordero divino en representación de Jesucristo, del que cuelga una medalla con las siglas JHS, al tiempo lleva una flor en su boca, es cruzado por un cayado y orlado por la corona sagrada de María Santísima.
 
 
   

Fotos: Juan Alberto García Acevedo










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