Provincia. El “San Pedro” de Los Palacios que NO sirvió de alfombra (Los Palacios y Villafranca)

F. J. Romero Triguero. El pasado día 27 de agosto, Arte Sacro se hacía eco de una noticia publicada por El Correo de Andalucía bajo el título de “El San Pedro que sirvió de alfombra”, en relación a una pintura que el pintor flamenco Pablo Legot realizó en 1630 existente en la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca de la localidad sevillana de Los Palacios y Villafranca y que, según el periodista que la firmaba, había servido de alfombra.

Ante esta, a priori, sorprendente información, nos apresuramos a realizar para este portal las pertinentes averiguaciones y comprobaciones, para informar más detalladamente sobre la misma, tras las cuales pudimos constatar con sorpresa como todo ello se trataba de un gran error. La información publicada en este diario se trata de una enorme pifia, quizás fruto de la desinformación del mencionado redactor o de quien le falicitó los datos, y que además ha llevado a muchos a la confusión, entre ellos al propio Correo de Andalucía. De hecho, tenemos constancia de que otros medios de comunicación (prensa escrita, radios e incluso televisiones) se interesaron por la información, desechándola al comprobar la realidad de la misma.

En el titular del artículo se señala, y citamos literalmente “El San Pedro que sirvió de alfombra. La parroquia recupera un Legot del siglo XVII”. Ya en el desarrollo del mismo se indica:

“...la hermandad sacramental  hizo limpieza en el almacén de trastos centenarios con que cuenta desde siempre la parroquia situado en los altos de la sacristía. Allí, revuelto en el suelo como una alfombra más para sacudirse los pies al salir, hallaron un oscuro lienzo vuelto del revés en cuya enigmática negritud se adivinava la sombra incierta de un viejo barbudo. Era San Pedro, con un libro y las llaves del Cielo, uno de los cuadros perdidos de Pablo Legot.”.

Todo esto en relación a un cuadro que fue restaurado y entregado a la Parroquia Mayor de Los Palacios y Villafranca hace ya más de 3 años, por lo que de actualidad tampoco tiene absolutamente nada. De hecho, este mismo diario publicó el 31 de Mayo de 2005 un artículo titulado “Culmina la restauración del cuadro de San Pedro”, indicándose en el mismo lo siguiente, y citamos literalmente:

“El párroco de Santa María la Blanca, José María Guzmán-Sánchez de Alva, recibió ayer de manos del alcalde de Los Palacios y Villafranca, Antonio Maestre (PSOE), el cuadro con la imagen de San Pedro, obra del pintor flamenco Pedro Legot de 1630, que regresa al templo tras más de dos años de minuciosa restauración.

El cuadro fue encontrado casualmente en dependencias de la parroquia enrollado como una alfombra y en un lamentable estado de conservación. De momento será colocado en la Sacristía, aunque no se descarta que ocupe un lugar preferente en el futuro museo eclesiástico que se proyecto instalar en una planta del centro parroquial.

La profunda y detallada labor de restauración, que comenzó en enero de 2003, la realizó el estudio de restauración Alcazaba de Sevilla....”

Por lo tanto, queda claro que el cuadro del Padre de la Iglesia jamás “sirvió como alfombra” ni fue utilizado como tal. Otra cosa muy diferente es que dicho cuatro, sin marco ni bastidor, apareciese “enrollado como una alfombra”, situación en la que se encontraba desde hacía décadas por cierto, en dependencias parroquiales. Y es que, si de alfombra para limpiarse los pies hubiese servido, ¿es siquiera pensable que el trasiego sobre ella hubiese permitido la persistencia de algunas partículas pictóricas?

Aclarado el asunto, lo único de noticia en el artículo son los deseos por encontrar un cuadro de San Pablo, pareja con el mencionado San Pedro, y también obra de Legot, que parece ser que realizó el pintor flamenco pero del cual nada se sabe. Pero, lamentablemente, esto por si mismo no tiene peso para ser noticia, puesto que son centenares de miles las cosas desaparecidas que se buscan en nuestra hermandades y parroquias y de las cuales no se tienen ningún rastro. Quizás por eso se buscó completar la noticia con algo más atractivo, pero que al final dio como fruto una información cargada de errores.