Puerta de Palos. El Fiscal. Diario de Sevilla.
Luces y Sombras… de una real visita
Si se dice que a la hora de comer los únicos parientes son los dientes, a la hora de las fotos tras una gestión encomiable como la de la restauración del Salvador los que más han aparecido son los canónigos de la Catedral, que, como los dientes, estaban allí porque los pusieron, no porque se hayan partido los nudillos llamando a las puertas para conseguir perras para la causa. A buenas horas aparecieron los señores ocupando los cinco primeros bancos del acto presidido por el Rey. iSevilla pura! La única explicación al desembarco de los canónigos es la de cumplir el objetivo de recordar que ellos son los dueños del templo. En los cinco años de restauración sólo se vio el esfuerzo ejemplar de Juan Garrido Mesa, que era mucho más que un canónigo.
¿Y dónde estaba el pueblo representado? Todas las instancias se han hartado de vender que la del Salvador ha sido una restauración modélica, impulsada de abajo a arriba, de la sociedad civil a las administraciones. Pero el pueblo sólo aparece citado al final de la lápida conmemorativa: “A los donantes anónimos”. Una lápida que, todo sea dicho, ya ha levantado ampollas tanto por sus errores como por sus omisiones. Aparecen en lugar preferente empresas que han trabajado por el Salvador. Sí, pero cobrando. Que se sepa nadie le pone en su casa una lápida de especial agradecimiento a su fontanero por un trabajo que se le ha pagado religiosamente.
Faltan entidades financieras de mucho peso que soltaron dinero oportunamente. Hay una fundación citada, pero con su antigua denominación. Nadie se ha molestado en actualizar la denominación oficial en el mailing de la Diócesis.
Un despropósito. Pero volvamos al acto. El cardenal agradeció públicamente en su alocución “el apoyo imprescindible y eficaz que en su momento prestara el entonces vicepresidente del Gobierno, don Javier Arenas Bocanegra”. Y a Chaves se le puso en ese momento la cara de palio de cajón. ¡Y pensar que los socialistas han restaurado San Isidoro, San Bartolomé, San Román, San Andrés y San Vicente! Pues, delante del mismísimo Rey, Su Eminencia dio nunca mejor dicho una de cal (a Chaves) y otra de Arenas, que no estaba en el acto pero se llevó los aplausos. Ole. Para que luego digan que monseñor tira para el puño y la rosa. Lo que no sabemos ahora es si Chaves echará el freno de mano, lo cual perjudicaría al proyecto de Santa Catalina. Claro que las caritas de manigueta también se vieron en algunos cofrades cuando el prelado agradeció “la contribución del pueblo de Sevilla, animada con enorme y generoso impulso por el abogado don Joaquín Moeckel Gil”. Miren, miren cómo le subió el IGB (índice de Gatos en la Barriga) a más de uno. Al baratillero, por cierto, le vieron en los últimos bancos.
El acto también tuvo sus luces. El Rey se emocionó en Pasión. Don Juan Carlos es hermano de número. Lo apuntó Bandarán y fue solemnemente recibido en su día, cuando estaba recién llegado a España desde el destierro para sus estudios de Bachillerato en Madrid. Le preguntó a Criado por la ubicación exacta de la cripta, donde tienen sepultura sus abuelos matemos don Carlos y doña María Luisa, los padres de doña María, así como su tío don Carlos, Infante de España muerto en el frente de Irún al comienzo de la guerra civil como alferez provisional del Arma de Ingenieros. “Está justo a los pies del Señor”, le explicó el hermano mayor. Y se hizo el silencio durante la oración. Del exterior llegó el eco del ruido provocado por la presencia de cerca de cincuenta jóvenes con banderas tricolores.
Las dos anécdotas del día se produjeron cuando el monarca dio la vuelta completa al templo. Al llegar al altar del Rocío de Sevilla, don Juan Carlos no debió percatarse de la iconografía de la imagen mariana y preguntó a la representación de la junta de gobierno: ‘Vosotros salís en Semana Santa?” Y le explicaron: “No, no. Nosotros somos de gloria. Vamos al Rocío, a Almonte”. Y cuando el monarca vio a Alfonso Guajardo-Fajardo y Alarcón, teniente de la Real Maestranza, se paró y le enseñó los pasadores con los escudos de España y de la institución nobiliaria que el soleano le regaló hace unos meses en Madrid en una audiencia privada. Don Juan Carlos le prometió que los luciría en su primera visita a Sevilla. “Lo prometido es deuda”. Palabra de Rey en Sevilla.
Los retos de Pasión
“No habrá ningún cambio sustancial en la cofradía mientras no lo voten los hermanos”. Javier Criado zanja así el runrún sobre la contratación de una banda de música para el paso de palio de la Merced el próximo año. Que esa votación se produzca con tiempo suficiente para 2009 no es imposible, imposible, pero sí muy difícil. La hermandad, tras dos cabildos generales extraordinarios de gran importancia y eco mediático, se encuentra concentrada en el estudio de toda su imaginería, a excepción del Señor. Gutiérrez Carrasquilla Carrasquilla trabaja ya en el diagnóstico de la Virgen, San Juan, los dos Niños Jesús, el crucificado de la sala de cabildos, la Virgen del Voto y, por supuesto, el espléndido cirineo de Sebastián Santos.
Del Pregón de la Centuria
Juan Ruiz ya ha dado el visto bueno a la edición del próximo pregón de la Centuria Romana Macarena, que será pronunciado por Francisco Robles. La publicación corre a cargo de la firma Jirones de Azul y la portada, he ahí cuarto y mitad de morbo bien despachado con báscula del mercado de la Feria, será realizada por el pintor Ricardo Suárez. Por cierto, está por ver si el nuevo Consejo tiene tanto tino nombrando pregoneros como lo han tenido los armaos de la Centuria, porque como se confirmen algunos de los nombres —escasamente originales— que ya hemos oído en las quinielas habrá que ir encargando la cajita de pestiños almibarados para el Domingo de Pasión...
De la Quinta Angustia
De la Quinta Angustia todo indica que en la Semana Santa de 2009 se producirá el cambio tranquilo en el martillo de la cofradía de la Magdalena. Alejandro Ollero, todo un referente incuestionable en el mundo de los capataces y costaleros, dará el relevo a su hasta ahora segundo, José Antonio García de Tejada. El objetivo de formar a un equipo de capataces propios, de la casa, ha sido felizmente culminado.
Extrañeza
Extrañeza la que causó la pregunta del hermano mayor del Amor, Luis Torres, Torres, en la última cita plenaria en el Consejo. Preguntó por el parecer del Consejo con respecto a la sede de San Hermenegildo. La consulta pública chocó a muchos de los presentes porque el cabildo general de Pasión sobre este tema era inminente y aún no se conocía el posicionamiento oficial de la cofradía del Jueves Santo.
Acuse de recibo
“Debes saber Fiscal, que Vicente García Caviedes no fue el abogado de los silleros excluidos contra el Consejo, sino contra la empresa Arcasur. Vicente jamás hubiera ido contra la institución”.
El lagarto de la Catedral
«Se te olvidó comentar, inquieto Fiscal, que el cardenal pasó el 12 de octubre en Roma, oficiando en su templo. La misa estuvo cantada por el grupo Albahaca. Y al término, al más puro estilo sevillano se sirvió un ágape en el patio sufragado por la embajada que dirige el gallego Francisco Vázquez». Palabra de reptil metropolitano, palabra de lagarto de la Catedral
El pertiguero
Primer golpe. Para los cofrades curiosos que han demandado insistentemente la información. El Rey se fue del templo del Salvador directamente al Real Alcázar, donde almorzó a solas durante dos horas con Jerónimo Páez. Segundo golpe. ¿Por qué olía recientemente a un incienso especial en el barrio del Tardón? Dicen que procedía de Omán y que lo ha traído un veterano cofrade de San Gonzalo que acaricia manigueta. Tercer golpe. El que pasa estos días en la cárcel, fue de los primeros en dar seis mil euros para la restauración del Salvador. ¿No lo recuerdan? El mismo día del cerrojazo al templo se presentó en el Arzobispado para soltar la tela. Y ciriales arriba. ¿Ustedes saben quiénes son los recortadores? No me refiero a los profesionales que esperan en el ruedo la embestida del toro para darles el quiebro, sino a los de las tardes libres que recortan esta página dominical, dominical, la guardan en el bolsillo y van echando fueguecillo por la boca en sus encuentros callejeros con determinados cofrades. Bienaventurados Bienaventurados estos recortadores al sevillano modo, porque a ellos debe este Fiscal la gloria bendita.
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