Primun non nocere. Paparatzis versión ganado frailero

Arte Sacro.  El profesional de la información de nuestra Diócesis, Pablo Enríquez, con años de experiencia en la información de la Archidiócesis se encargó personalmente de conducir, retransmitir e indicar qué se podía hacer, dónde había que ir y donde no y lugares para la retransmisión durante la toma de posesión de Monseñor Asenjo Pelegrina.

Lo hizo a la llegada de los medios a la Puerta de Palos, lo volvió a hacer cuando nos llevó a la Puerta de la Asunción, pero su amabilidad y perfectas indicaciones de nada sirvieron cuando Monseñor traspasó la Puerta de la Asunción, donde comenzó la estampida de cámaras que saltaron a la torera todas las indicaciones previas que nos habían dado, llegando incluso, de forma aberrante y vergonzosa, a parar el cortejo inicial cuando se visitó la Capilla de La Antigua.

Quizás la previsión se había desbordado, allí había más cámaras que agentes de seguridad y además, muy pocos éramos los que podemos considerarnos “oficialistas”, es decir, los que durante los 365 días de año estamos cubriendo este tipo de actos. De hecho, parecía más que Monseñor Asenjo entró en la capilla de la Antigua más que para orar, para refugiarse...

Los fotógrafos de la prensa diaria, más acostumbrados a situaciones comprometidas con la política, el cotilleo o los eventos a cualquier nivel para rellenar hojas de diario, no saben lo que es la educación más primaria y convirtieron parte del acto en algo parecido a cuando un famoso sale del juzgado tras un juicio por temas de faldas.

Como dice el titular, Primun non nocere (lo primero es no hacer daño), tuvo menos repercusión en el tema religioso que en el médico, que es de donde procede y, desde Arte Sacro, queremos dar todo nuestro apoyo a Pablo Enríquez por la paciencia que demostró a pesar del ganado que tenía que lidiar y vamos (por un momento y sin que sirva de precedente) a meternos todos los allí implicados.

Foto: Francisco Santiago.