Los costaleros de la Virgen de los Reyes

Juan Manuel Labrador. Una vez que ya hemos finalizado la presentación de las galerías fotográficas de la procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y su Archidiócesis, vamos a ofrecerles un reportaje único e inédito, como es el de cómo viven los costaleros de tan Excelsa Señora la jornada del 15 de agosto.

La mañana comenzó excesivamente temprano, pues a las seis de la mañana, Rafael Peralta Revuelta, pregonero universitario de la pasasa Semana Santa, y el que suscribe, quedamos citados en la Avenida con uno de los aguaores de la cuadrilla de Eduardo Bejarano, Ricardo Mateo, y con él accedemos al interior del Patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral.

Los costaleros van llegando poco a poco, y en torno a las siete y cuarto de la mañana se realiza la última igualá, mientras los niños carráncanos cruzaban el citado patio para penetrar en el interior del templo catedralicio. Veinticinco minutos más tarde, entramos por la Puerta de la Concepción (que se encuentra detrás del Altar de Plata o del Jubileo), y la cuadrilla comienza a ocupar las trabajaderas del paso de la Patrona. Quedaban diez minutos para las ocho de la mañana, y se realiza la primera levantá, y en dos chicotás, la Virgen de los Reyes se asomaba a la Puerta de los Palos.

A partir de ahí, tiene lugar la procesión tal y como ya les hemos mostrado gráficamente estos días atrás, y a las diez menos veinte de la mañana, los costaleros dejaron a la Reina en el mismo lugar donde la tomaron, y por la ya citada Puerta de la Concepción, buscan la calle para desayunar y reponer fuerzas. El desayuno tiene lugar en un bar ubicado en la Puerta del Arenal, concretamente en la calle Arfe, esquina con García de Vinuesa.

A las once y media se produce el regreso de los costaleros a la catedral, para, una vez finalizado el pontifical, llevar a la Virgen de los Reyes a la Capilla Real, cuyo dintel cruzaba a las doce del mediodía. Finalmente, vienen los refrescos y las cervezas en la calle Argote de Molina para celebrar que todo ha ido bien, y que María Santísima nos ha vuelto a regalar una preciosa mañana asuncionista. Allí se encontraban otros capataces como los hermanos Villanueva (conocidos sobre todo por sacar a la Amargura) y Javier Díaz Espinosa (capataz de la Pastora de Triana y, próximamente, de una penitencial).

Sin embargo, la celebración no termina aquí, sino en un lugar profundamente sevillano, como es la casa de hermandad de Santa Cruz, en la plaza de la Escuela de Cristo, donde se le rendirá homenaje a los costaleros que se retiran de la cuadrilla, costaleros conscientes de que, portando a la Virgen de los Reyes, consiguen tocar el cielo, y que ese cielo es el que nos acercan cada 15 de agosto por la mañana.

Fotos: Juan Manuel Labrador