Maestría por Cigarreras. Antonio Gila Bohórquez.

“Pienso que una vida dedicada a la música es una vida bellamente empleada, y es a eso a lo que he dedicado la mía” nos decía Luciano Pavarotti. Y es que la vida, efímera y no tan pausada como creemos, transcurre sin previo aviso entre la majestuosidad de sus días. Cada día es único, inigualable. Llenar esos días de contenido depende de cada uno de nosotros. Con sueños, ilusiones, objetivos por cumplir, o ya cumplidos.

Recopilamos la motivación que nos impulsa hacia un nuevo día y así, pasa nuestra vida. Cuando menos te lo esperas, has cumplido el reto, la ilusión o el objetivo que te quedaba pendiente. Pero hay grandes diferencias entre aquellos que simplemente le otorgan a sus días el privilegio de la existencia, de aquellos que le dan originalidad de a sus minutos y horas. Le dan lenguaje, olores, tacto y música. Un día triste puede llegar a ser hermoso si se acompaña de un pentagrama acorde a la situación. Un día eufórico, puede triplicar su emoción si en la duración de éste se escuchan melodías apasionantes.

La música, no nos engañemos, es la que compone nuestros días. Y tras ello, hay que saber hacer música. Ese ruido rítmico y bello que se escribe entre las pulsaciones de unas manos o de unos labios. El músico es el brillante ejemplo de una vida como la de Luciano. Una vida, bellamente empleada.

En Sevilla, tenemos nuestros particulares acordes. Todo bajo un mismo conjunto e idiosincrasia, nuestras bandas rememoran pasiones para evitar su olvido. No sólo llenan la vida de muchas personas sino igualmente las calles, ahondando en lo profundo de los sentidos inexpertos de quienes las escuchan.

Sería el año de 1996, el culmen acaecido sobre un grupo de músicos, que hicieron realidad su sueño. Ser ellos, los fabricantes de vida musical. En el Palenque sevillanos, se presentaba oficialmente un 18 de Febrero la Banda de Música María Santísima de la Victoria, más popularmente conocida como “Las Cigarreras . Jubiloso éxito marcaría en aquel día a todos sus integrantes.

Fue un nacimiento, según han catalogado muchos, popular. Desde entonces, todo ha ido in crescendo. Bajo los atriles memorables de su historia, se hallan numerosos deleites ofrecidos, tanto en el ámbito cofradiero como clásico. No hay límites para esta Banda, y muestra de ellos son conciertos de Cuaresma, procesiones en Sevilla, Cádiz, Jerez de la Frontera, Málaga, Córdoba, Marbella, Algeciras, actuaciones en la Cadena COPE Radio y Televisión, Canal Sur Radio y Televisión, Cadena S.E.R., IV Certamen de Bandas de Música de Zafra (Badajoz), III Certamen de Bandas de Música Sierra de Aracena, II Certamen de Bandas de Música Villa de Carrión, y un largo etc.

Que recorren los surcos marcados de una larga experiencia como músicos y mejor personas. Victorias son muchas. Para una Banda que daba sus primeros pasos como formación oficializada, la madurez no fue prematura, sino rápido y bien elaborada. Poco a poco se definía un patrón de trabajo grupal. Cooperativo en todos sus esquemas. Según cuenta Antonio Vergara, componente de la Banda a los acordes de un clarinete: “desde el momento en el que entré, me abrieron las puertas. Tuve que aprender a tocar mi instrumento y rápidamente fui aceptado para poder así ampliar mis conocimientos y práctica”.

Pero la labor de Las Cigarreras, no es intermitente ni paroxística. Es continúa, llegando casi al éxtasis de un agotamiento no apreciable en ningún momento. Experiencia y privilegio. Así pues, invitada por la Junta de Cofradías de Cuenca, el 28 de Febrero de 1998, ofreció un Concierto de Marchas Procesionales en el Auditorio de la misma ciudad, presenciando tal evento, altas personalidades que no quisieron perderse la armonía de la Banda. Así ya, hasta tres veces con el deleite de sus sones.

El 3 de Febrero de 1999, intervino en la recepción, en su viaje oficial a España, del Presidente de la República de Finlandia, interpretando un Concierto de Música Clásica Española y Finlandesa en el Salón de Tapices del Real Alcázar de Sevilla .

¿Fronteras? Ninguna, pues fue el 3 de Agosto de 2002 cuando participó como Banda Invitada, en el Festival Paso Passión celebrado en Dax (Francia), organizado por la Societé la Nehé y el Ministerio de Cultura Francés.

Desde su fundación, ostenta la batuta Don Bartolomé Gómez Meliá. Valenciano en sus artes y sevillano en su maestría, fue creciendo en el arte musical desde que era un niño. Apenas cumplidos los 6 años comenzó sus estudios en el seno de la Sociedad Musical Lira Saguntina de Sagunto. Ello le ha permitido seguir colaborando en la actualidad, tanto en el ámbito nacional como internacional.

Reconocida esta labor, no podría ser de otra forma, con la Medalla de Oro en Audición como en Desfile en el Concurso Mundial de Bandas de Música celebrado en Kerkrade (Holanda).

Como decía, su corazón navega entre Valencia y Sevilla, y es que sus primeros estudios instrumentales de flauta son precisamente en ambas ciudades. Fue precisamente en la Orquesta Bética Filarmónica de Sevilla, fundada por Manuel de Falla, donde, en calidad de Flauta-Flautín, ha sido miembro durante 20 años de su vida profesional.

Intelectual y gran formador, es requerido para numerosa conferencia y ponencias sobre su campo de conocimiento, participando en medios como la radio. Ejemplo de ello es el de la Cadena SER que ostenta el privilegio de haberlo tenido como comentarista musical acerca de marchas procesionales en el programa Cruz de Guía.

Más de 300 jóvenes tiene a sus espaldas. Una cantera en la que cada uno se ha llevado lo mejor de Don Bartolomé: su motivación, su profesionalidad y su empatía. Ello fue lo que impulsó a una señera Hermandad de Sevilla como es la de la Sagrada Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Victoria, ha requerirlo como Fundador y Director de una joven Banda de Música, que como digo, ha escalado a paso de gigante hasta nuestros días, conformándose como un referente nacional e internacional en el ámbito de la música.

En suma a todo ello y con el honor inconformista de un conocimiento excelso, Don Pedro Morales, Director Honorario de la Banda. Historia fungida por el arte y la pasión. Son acordes que sostienen a músicos llenos de ilusión. Flautas, tubas, tambores, trompetas, clarinetes, percusión, cornetas, fagotes, oboes, saxofones, trompas, fiscornos, trombones, bombardinos, bombos y la gran batuta del maestro. Todo es un conjunto único. Clásico y tradicional.

Vanguardista y emérito. Cuando se acerque Diciembre. El olor de una pronta Navidad es lo que impera en nuestro ambiente. Y en el neobarroco y angosto temporal del invierno, a veces cálido y a veces gélido, se esconde la Gran Familia de una Banda que aboga por la unión filial y parental de padres e hijos. Las Cigarreras, también son punto y final para el año que comenzó. Y en ese encuentro mágico, el escenario no podía ser otro que el de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. El Concierto de la Sagrada Familia, es el culmen de una ciudad que reza en la calle. Y es la Banda de las Cigarreras la que marca la excepción de rezar... con la música.

Este año 2010 se cumplen 15 años de exquisitez. Es un plato servido que no termina con un postre, sino con el infinito placer que nunca acaba. 15 años de madurez y vida. 15 pentagramas cuya clave Sol es la de la constancia y la voluntad de seguir creciendo. Esta Banda de Música, imparable en sus quehaceres, seguirá como aquella joven cuadrilla musical que anotaba los primeros sones de un redoble en Amarguras y un incesante despertar en Margot. Un acompasado sueño que le llevó a cumplir lo que Sevilla siempre quiso. Pisar lo inmediatamente posterior al paso de su Virgen más sevillana. Sentir 15 años la gloria de su éxito. Sentir en su XV Aniversario, una Victoria triunfante.

Foto: Juan Alberto García Acevedo.