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No hagas zapping en sus vidas. “Un pequeño gesto es una gran ayuda”. Eloy Grande


 Nunca hubiese podido imaginar que lo que empezó como una simple ayuda como tantas de las que se realizan al tercer mundo desembocara en una sensación tan grande de impotencia y que a su vez despertase en mí el ansia de auxilio hacia unos niños en su gran mayoría huérfanos y la convicción de que si nos unimos y aportamos algo por muy poco que creamos que sea será de gran ayuda allá a donde esta se destine.

Todo comienza cuando tras varios años de indecisión por mi parte y espera, el pasado 28 de septiembre aterrizo en Maputo (Mozambique), fue en ese momento cuando comencé a ver que ese avión me transportó al pasado como si de un viaje en el tiempo se tratara porque lo que allí estaba viendo me daba esa sensación, pero no era nada comparado con lo que me esperaba en Chokwè ciudad esta en la que las Hijas de la Caridad mantienen una escuela la cual se compone exclusivamente de doce aulas y una biblioteca sin tener ninguna instalación más que un pequeño cuarto a modo de almacén donde se depositan los alimentos que se reparten con periodicidad mensual como más adelante explicaré.

Mi cometido principal que me llevó a ese lugar no era otro que realizar un estudio e iniciar un proyecto de apadrinamiento a niños que se han quedado huérfanos de algunos de sus padres o que en ocasiones muy frecuentes por cierto son abandonados a su suerte por el padre tras el fallecimiento de la madre.

Es en ese momento  cuando veo que los niños que asisten a la escuela sobreviven en la extrema miseria llegando muchísimos de ellos a no comer en varios días y que gracias a una simple papilla de harina de soja con agua que se les proporciona en esta al menos pueden hacerlo de lunes a viernes.

 Esta papilla es cocinada por madres voluntarias y se preparaba al aire libre debido a la falta de una cocina donde poder realizarla ya que lo que se podía llamar como tal no creo que merezca ser llamada así como se puede ver el la foto. Como se puede apreciar en cuanto llovía no se podía cocinar con lo cual no se comía.

Es por lo que me pongo manos a la obra y tras recabar la ayuda de varios padres y gracias al dinero que llevaba procedente de las colectas que se realizan en el colegio Virgen Milagrosa de Sevilla por sus alumnos.

Localizo los lugares donde poder comprar el material y se construye un espacio que ya se puede denominar cocina, teniendo este tres pies para las ollas lo suficientemente elevados para que se pueda depositar la leña con la que se cocina puesto que no tienen gas.

Los pies son de hierro realizados por mi y se incrustan en el suelo de cemento y chinos de 15 cms. de grosor que se hizo a modo de cimiento y se les suelda un trozo de gavilla de 12 previamente dobladas a modo de alcayatas para que las ollas encajen dentro y no se resbalen al batir la papilla. Dependiendo de los fondos de los que se disponga a los niños se les proporciona 1 pieza de pan cada 7-10 dias.

Debido al gran número de alumnos existentes (unos 900) se tienen que hacer dos turnos porque como ya dije antes solo se cuenta con 12 aulas que se ocupan con unos 50 alumnos de media.

Todos los alumnos al recibir la comida se tiran en el suelo para comerla ya que no se dispone de un lugar apropiado (comedor) donde se pueda comer sentado ni tan siquiera resguardado de las inclemencias del tiempo.

Y es ahí donde me doy cuenta de que mi misión no acaba con la construcción de la cocina, porque veo la necesidad inminente de realizar la construcción de un comedor que sea económico pero que cubra dicha necesidad, un comedor que tras mis estudios debe ser de unos 200 metros cuadrados , realizado al igual que la cocina de bloques de hormigón que den firmeza al mismo y que tenga un techo de chapas, realizándose de tubos de hierro de 50 cm de diámetro ó de un perfil macizo con forma de T la estructura que soporte dicho techo, las mesas y las bancas serían de ladrillos y bloques, estando finalmente valorado el proyecto en unos 10.000 €uros.

Durante mi estancia en Chokwè estuve también en contacto con los niños que se encuentran hospitalizados en el hospital de “El Carmelo”, regentado igualmente por las Hijas de la Caridad, dichos niños son en su gran mayoría enfermos de sida, los demás lo son de tuberculosis, lepra o malaria entre otras enfermedades además de casos de severa desnutrición, niños que en sus miradas llevan escrito un mensaje de socorro, de necesidad de esperanza. Con ellos aprendí a no hacer zapping en sus vidas como lo solemos hacer habitualmente cuando se ven imágenes que no nos agradan en la televisión, mostrándonos la cruda realidad de sus cuerpos esqueléticos y siendo peor tratados que cualquiera de nuestras mascotas.

Por ello todo lo que estuve haciendo en Chokwè lo unifico en un solo proyecto que se divide en tres partes:

 1º-  Apadrinar niños huérfanos y abandonados para así poderles asegurar  la enseñanza y la alimentación acotando de esa manera las posibilidades tan elevadas de que se conviertan en inquilinos permanentes del hospital.

 2º-  Construirles un lugar “digno” para que puedan comer lo poco que se les puede aportar.

 3º - Hacerles llegar ese rayo de esperanza a todos aquellos que se encuentran internados y que en un número reducido se han convertido en cobayas humanas en las que se están ensayando los avances sobre una posible vacuna contra el sida.

Por ellos pido la ayuda de todo aquel que quiera aportar algo para concluir lo ya iniciado, convirtiéndose  de este modo en alguien importante dentro de sus vidas.

En nuestras manos está aliviar su sufrimiento diario, paliar sus necesidades y aportarles la educación y conocimientos básicos para de ese modo abrirles el camino a las mentes emprendedoras  y encenderles la luz al final del túnel en el que se encuentran en la actualidad.

Si tras mirarles a los ojos decides aportar algo puedes hacerlo realizando un ingreso en la cuenta que a tal efecto se encuentra abierta en la CAJA RURAL DEL SUR y cuyo número es el siguiente: 3187- 0316- 83- 3064624210, y poniendo en el concepto del ingreso CONSTRUCCIÓN COMEDOR CHOKWÈ.

Muchas gracias de antemano,   

Eloy Grande Guerrero
617458471










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