El Carmen brilló como nunca por la feligresía de San Gil

Francisco Santiago. El calor era la nota crucial que envolvía al sábado 21 de julio, pero no era excusa para todos aquellos que, a pesar de las temperaturas imperantes, decidieron acompañar a la Virgen del Carmen en su anual salida procesional desde la parroquia de San Gil.

Y a pesar de las fechas y del calor, allí estaban para acompañar a la hermandad representaciones de la Resurrección de La Rinconada, Candelaria Madre de Dios, Dulce Nombre de La Salle, Hermandad Castrense del Rocío, Agrupación Parroquial de San Jerónimo, Consolación de Carrión, Anunciación de Juan XXIII, Carmen de San Leandro, Carmen de Calatrava, así como las hermandades vecinas del Rocío, la Macarena y La Sacramental de San Gil.

Además, marineros de las fragatas Numancia y Sofía, aparte de representantes de la Escuela de suboficiales y de Infantería de Marina, rememorando los lazos de unión entre la devoción Carmelita y la gente del Mar.

Por si fuera poco, también había una representación del Carmen de Soterraña, de la poblacion valenciana de Requena, además del acompañamiento de Juan Gamero por parte del Consejo y del padre, además de hermano, Alberto Jiménez Jiménez, cura Párroco de San Andrés Apóstol de Ledaña (Cuenca).

Ambiente festivo que fue convirtiendo el río en marea humana, todo ello bajo los sones de la juvenil de la Centuria de la Hermandad de la Macarena en la cruz de guía y, tras el paso, la Banda de música Municipal del Arahal.

Como es habitual, la entrada en el atrio de la Basílica Macarena fue un emotivo punto de encuentro entre las dos grandes devociones del barrio, aunque la estancia de la Virgen Carmelia en el Templo de la Esperanza aún tendrá que esperar...

Fotos: Francisco Santiago