Del Ermitage a Los Venerables. Luis Carlos Peris. Diario de Sevilla.
CALIENTE aún en la retina esa concatenación de explosiones de arte que encierra el Ermitage, aquí, en esta Sevilla nuestra, se ha abierto una exposición que también rezuma arte grande; además, en los Venerables... Muestra en la que se reconstruye la memoria histórica de cómo se pintaba en Sevilla en los umbrales del siglo XVII. Y como paradigma de aquel tiempo, de cómo el arte bajaba directamente del corazón al pincel, Diego Velázquez. Viendo lo que se expone en los Venerables elegí un cuadro de hilo conductor que me devolviese al Ermitage. Dicho cuadro es El Almuerzo, que se expone en Budapest y que se parece una barbaridad al que con el mismo nombre mora en San Petersburgo. Dos personajes comunes, sirviendo una moza en uno y un chaval en el otro, el sello del arte según la Sevilla eterna.
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