El sevillano José María Velázquez Muñoz, nuevo sacerdote para la diócesis de Toledo‏

Arte Sacro. De excepcional y de pleno sentido cristiano puede considerarse la acogida que ha tenido en la Parroquia de Sta. María de las Flores y San Eugenio de la barriada sevillana de Pio XII, la ordenación del nuevo sacerdote sevillano, José María Velázquez Muñoz, feligrés de esta parroquia del barrio sevillano. El pasado fin de semana, en una solemne función de iglesia, presidia su primera eucaristía en la Iglesia de Sta. María de las Flores, en un templo que se vio totalmente desbordado en su capacidad para acoger la ingente cantidad de fieles, que allí se dieron cita para  recibirle en su nuevo orden sacerdotal. Familiares, amigos, vecinos, órdenes religiosas y fraternidades cristianas y fieles en general, muchos de ellos venido desde poblaciones vecinas de Toledo, acogieron en olor de multitud al nuevo misacantano.

Y como tal y en solemne procesión hizo su entrada en la iglesia parroquial, acompañado de cerca de treinta sacerdotes venidos desde toda la provincia y los seminarista que hasta hace poco meses han sido sus compañeros de curso.

José María Velázquez, proviene del Seminario Diocesano de Toledo. Obtenía su nuevo orden sacerdotal el domingo 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, en la catedral primada de Toledo por el Arzobispo Braulio Rodríguez Plaza.

La ceremonia estuvo presidida por el párroco Ignacio Jimenez Sanchez-Dalp y el párroco emérito de dicha parroquia el sacerdote Joaquín Bejines Moguer.

Para esta solemne ocasión el nuevo presbítero se dirigió al pueblo de Dios, con serenidad, aplomo y claridad de ideas y dio las gracias por el masivo acompañamiento que ha tenido en su primera misa en su parroquia del barrio, donde se bautizó e hizo su primera comunión y se confirmó, también le llamó la atención que no esperaba tanta gente en su primera eucaristía,  de igual modo, se dirigió a los fieles trasladándole las enseñanzas del evangelio y tras dar la comunión a los fieles, su compañero de sacerdocio, hizo lectura pública de la bendición apostólica al nuevo misacantano que ha sido  otorgada en el Vaticano por el Papa Francisco en fecha de 3 de julio de 2014.

Tras  sus palabras, uno de los sacerdotes unció las manos del nuevo sacerdote con los sagrados oleos, facultándose a partir de entonces a vestir la casulla sacerdotal, acto que solemnizaron primeramente sus compañeros diocesanos y posteriormente sus familiares y amigos y seguidamente los fieles que en interminable filas esperaron pacientemente el orden de su turno. 

 

Fotos: Antonio Rendón Domínguez.