Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo Ordinario
  • martes, 21 de mayo de 2024
  • faltan 327 días para el Domingo de Ramos

Provincia. Multitudinaria procesión de Nuestra Señora del Rocío en Aznalcázar


Manuel Pinto Montero. Catorce años después Nuestra Señora del Rocío procesionaba de nuevo por las calles de Aznalcázar en una multitudinaria y emotiva procesión que llevó  a la venerada imagen por las calles principales de la localidad aljarafeña. Tras la Función solemne en su honor se iniciaba la gloriosa procesión entre lágrimas de los numerosos devotos rocieros que no quisieron  perderse la estampa de la Reina de las Marismas atravesando el dintel de la Parroquia de San Pablo, mientras el estallido de cohetes anunciaba el inicio de una entrañable procesión.

Nuestra Señora del Rocío es obra de Ignacio Mora Colchero que adaptó una antigua imagen bajo la advocación de Nuestra Señora de las Lágrimas que ardió en el incendio de la Parroquia de San Pablo en el año 1932. La virgen lució saya y manto de tonos claros sobre los que destacaban las flores de tonos rosáceos que enmarcaba su rostro.  Para esta procesión la Hermandad del Rocío de Olivares cedió el templete de su Virgen.

La aprobación de las nuevas reglas de la Hermandad hace posible que los momentos  que anoche pudimos vivir vuelvan a repetirse cada cuatro años el último domingo de adviento.  Los sones navideños con villancicos populares cantados por el Coro de la Hermandad de Aznalcázar y el Coro de la Hermandad de Olivares, junto  a villancicos por sevillanas, pusieron los acordes a esta procesión en vísperas de la Navidad.

No faltaron hombros para portar a la Santísima Virgen, todos los hombres y mujeres tuvieron la oportunidad de llevarla por unos momentos. Emotivo fue el paso por la calle Ramón y Cajal que se engalanó para la ocasión y donde fue despedida con pétalos que tiñó de rojo la plata del techo del templete. La Hermandad de Santiago y la Hermandad de la Encarnación recibieron a la Virgen en sus casas de Hermandad, así como el Nazareno del Socorro recibía a la Virgen del Rocío en su Capilla, donde se venera todo el año el antiguo Simpecado de la Hermandad rociera.

La Plaza de la Virgen del Rocío, donde Aznalcázar levantó un monumento a la Virgen, escucho sones rocieros que cantaban nanas al recién nacido. En la calle de Las Campanas la Virgen volvía su mirada hacia aquellos que durante tantos años la han venerado mientras los distintos coros no dejaban de entonar sus canciones en los últimos instantes de la  procesión. De nuevo la torre de San Pablo se asomaba al final de la Calle de Las Campanas para contemplar como el gentío caminaba alrededor de las andas.

A las nueve de la noche, tras casi dos horas de gloriosa procesión, la Virgen del Rocío miraba hacia el interior del Templo, al que entraba lentamente. Ya en el interior se rezó la Salve ante la Virgen de las Angustias, para finalizar con la Salve rociera de Aznalcázar mientras la Virgen se posaba ya en su Templo entre vivas y lágrimas de su pueblo que esperará impaciente su próxima salida allá por el año 2018.  

Fotos: Manuel Pinto Montero.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.