Provincia. Nuestra Señora de la Esperanza paseó por las calles de Alcalá de Guadaíra en un histórico Rosario de la Aurora
Manuel Pinto Montero. Nuestra Señora de la Esperanza paseó en la mañana de ayer por las calles de la alcalareña feligresía de San Sebastián con motivo de la renovación de la misión parroquial que tuvo lugar en 1995. Durante toda esta semana la Parroquia de San Sebastián ha celebrado distintos actos y encuentros con motivo de esta renovación, y entre los actos y cultos más destacado para los cofrades estuvo el Rezo del Santo Rosario presidido por la titular mariana de la Hermandad Servita del Cautivo.
La Santísima Virgen de la Esperanza, que tallara Manuel Pineda Calderón en 1958, recorrió calles por las que no es habitual la presencia de imágenes procesionales, por lo cual nos regaló estampa para el recuerdo. El sol que tímidamente bañada las azoteas y fachadas alta del caserío alcalareño bajaba lentamente para iluminar el rostro de la Virgen alcalareña en una mañana que se presentó fría pero con la mejor compañía. El Coro de la Hermandad del Dulce Nombre de Alcalá puso sus magníficos sones en esta histórica mañana.
La dolorosa del Miércoles Santo procesionó sobre andas, iluminada en la delantera por candelabros de plata con cera blanca y dos faroles de plata en la trasera. Flores de tonos blancos exornaron las andas y los jarrones laterales. Nuestra Señora de la Esperanza lució para la ocasión saya blanca bordada en oro y manto de terciopelo verde con toca de sobremanto. Sobre sus sienes portó corona de plata sobredorada, en su mano derecha un pañuelo, mientras que en su mano izquierda portó un rosario. Sobre su pecho portó la Medalla de Oro de Alcalá de Guadaíra impuesta durante la procesión extraordinaria de la Santísima Virgen con motivo del Cincuentenario Fundacional de la Hermandad en el año 2005.
Numerosos han sido los fieles que han acompañado a la Virgen de la Esperanza por las calles de la feligresía. Muchos vecinos se asomaban para contemplar esta histórica estampa. La calle Padre Flores contemplaba el rostro de la Esperanza bajo un sol tímido, que iluminaba aún más su verde manto al subir de una chicotá la calle Isaac Peral. Calles como Zaragoza, Solares o la Plaza del Comercio cobijaban a tan celestial princesa que buscaba lentamente la calle Rosario para iniciar la bajada de nuevo hasta su Parroquia de San Sebastián.
Cercana a las once de la mañana el Cortejo se adentraba en la Parroquia de San Sebastián cuando el sol doraba el rostro de la dolorosa mientras bajaba la calle Cristo del Amor. Ya en el interior los misioneros claretianos, junto a la Hermandad y la Comunidad Parroquial regalaban a todos los que habían acompañado a la Virgen un caramelo para endulzar la vida y llenarla de Esperanza.
Esta renovación misional de la Parroquia de San Sebastián ha permitido contemplar otras estampas únicas en la Parroquia, como a la Virgen del Dulce Nombre presidiendo el templo en este mes de enero, o al Crucificado del Amor junto a los jóvenes en la vigilia de Oración con la que finalizaba esta histórica jornada del veinticuatro de enero.
Fotos: Manuel Pinto Montero.