Ver a dios desde la experiencia ontológica: Deus charitas est. Javier Ramos Sáez
“Deus charitas est”. Dios es Caridad o Dios es Amor. Una puntualización: escribo charitas con ‘ch’ por su latinización del griego cariV (charis). Trato este punto tan transcendental desde una perspectiva filosófica. Aúno a Benedicto XVI y al filósofo cristiano J. Lotz, es decir, a la encíclica Deus caritas est y al libro La experiencia transcendental en una correlación obligada y no vista antes.
En resumido, y puesto que este tema se enmarca en un artículo, vengo a tratar la experiencia verdadera del amor desde una perspectiva transcendental, es decir, al modo ontológico que trata el ser desde la razón (ontwV-logoV).
Trato tres perspectivas de la realidad en Lotz, es decir, lo óntico, lo eidético y lo ontológico. Están en una posición jerárquica de tres niveles. Desde lo más bajo (lo óntico) hasta lo más alto (ontológico):
Perspectiva óntica. Es la realidad entitativa o lo relacionado con el ente. Aquí se enmarca lo esthético y lo definido por el sensus agustino. Todo lo sensible y lo que se toca mediante la perspectiva de lo táctil. Es una manera de pensar pobre, ruda y tonta. Los que la practican son amousoV, es decir, gente que no tiene perspectivas transcendentales y se quedan en lo fáctico. Aquí no existe lo demás, es decir, lo que no es captable por los sentidos, en griego ajoraton (acwraton).
Perspectiva eidética. Lo eidético viene del eidoV platónico (eidos) que significa idea. Esta es la perspectiva de la razón, de lo inteligible y de lo captable mediante las formas del pensamiento. Es una visión media de comprensión. Aquí se enmarcan las ciencias como la matemática, la lógica, las ingenierías o las ciencias naturales en general. Sólo captan mediante categorías –visiones parciales de la realidad- todo lo captable. Es una visión mecánica y parcial de ver lo verdadero. Encasillan al ser en las categorías pero el ser es eterno e inmutable así que su estudio no es el verdadero ser (verdad) sino que es esencia del ser del que sólo participa del ser pero no es el ser mismo. Los científicos creen que estudian la verdad pero sólo estudian una parte de la realidad.
Perspectiva ontológica. Estudia el ser en sí-mismo (ipsum esse), el on-einai o ens-esse que significa el qué. El ser es Dios, el ser es eterno, fijo e inmutable, creador del mundo. El estudio ontológico es el estudio de la verdad, del ámbito de las ideas como formas de la verdad que son puro ser en acto. Es el verdadero pensamiento y el verdadero estudio de la verdad.
El amor es el conjunto de estas tres perspectivas del hombre. Benedicto XVI ve el amor como experiencia ontológica con lo que conlleva a ver el amor como esencia de Dios. Dios es su esencia y es su verdad, es decir, Dios es amor.
Con respecto al amor, el eros (eroV) es su parte óntica, es el amor carnal, el amor sensible y en la etimología griega es el amor desenfrenado como acto sexual. Luego está la filia o philia (filia) que es el amor en cuanto amistad, un amor racional y sosegado y por eso es experiencia eidética. Por último, en una instancia trancendental, está la charitas ( carV) que es el amor verdadero en cuanto amor de Dios. Es el amor en cuanto sentido-del-ser desde la experiencia ontológica.
En la dimensión finita del hombre hallamos lo transcendental y lo infinito. Nosotros amamos a nuestra persona querida desde el eros, la filia y la charitas aunque desgraciadamente se dan también por separado.
Aquí están tratados los aspecto de la verdad en cuanto Dios-hombre-mundo.
Javier Ramos Sáez.