La Gloria pregona a la Gloria (a Rosa García Perea). Antonio Sánchez Carrasco

La recuerdo sentada con un vestido verde y unas gafas de institutriz británica, junto a Fernando Carrasco q.e.g.e. (que en gloria está), presentando su primera novela, aquella del Imán en Sevilla, en la Fundación Cruzcampo.

Aún era Julio Cuesta el que llevaba los designios de la fundación y acompañó en la foto a Fernando y a Ella. “ Ella es Rosa”. “Encantado soy Antonio”. Me dio un libro firmado. “Ya me dirás que te parece” me dijo con una sonrisa. En esa época era yo fotógrafo de prensa y estaba acostumbrado a que me trataran como una figura invisible y no solía sentirme cercano a la figura fotografiada.

Con el tiempo un almanaque se Sevilla, llevado a cabo por el Rascaviejas nos volvió a unir en la vida. Días de cervezas heladas en el Arturo y proyectos inconclusos, pero siempre estaba ahí con su dulzura y su sonrisa. Hasta que me puso en suerte la opción de escribir libros, yo que nunca creí en mi, ya Ella creía por los dos. Ahora la bombardeo a diario con fotos marianas a veces tan pesado que yo ya me habría mandado a mi mismo a tomar viento, y Ella siempre contesta con una buena palabra.

Cuando este texto salte en Arte Sacro le quedaran horas para pregonar las Glorias de Sevilla. Que se le puede desear a Rosa, es mi amiga, buena persona, y una gran escritora. Yo sólo puedo decirte que empieces a disfrutar cuando digas “Dime María...” y no pares en lo que dure. El viernes nacerá con una sonrisa y pienso ir por la calle llevando a gala ser tu amigo. Y este recolector de vírgenes, hasta con cuchillos, se sentará ante la tele para escucharte. El más pesado de tus autores se siente orgulloso de su jefa. Un beso Rosa y ¡viva Tu, ea!

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.