La verdad de lo que ocurrió al pasar Jesús del Gran Poder por Nervión en 1965. Francisco Javier Escudero Morales
Empiezo a ver publicaciones con informaciones confusas sobre la presencia de Jesús del Gran Poder en Nervión y la famosa leyenda del taller de Araujo. Intentaré aclarar el tema, para que se conozca lo que realmente pasó.
El Señor llegó a Nervión por Eduardo Dato, siendo recibido por el estandarte y varas de la Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús, que lo acompañó en todo momento, (por entonces era la única Cofradía del barrio).
Llegó al Sanatorio de San Juan de Dios, antes de la hora prevista, sobre las doce y treinta y cinco. Ello fue debido a que la amenaza de lluvia aceleró la procesión.
Mientras estaba en el Sanatorio, hubo repique de campanas, cohetes y rezos de los niños enfermos, así como de los allí congregados.
Con el Señor en los jardines del hospital se comenzó a rezar un rosario y a los veintiocho minutos de estar allí, cuando se rezaba el quinto misterio, comenzó a llover.
La junta de gobierno decidió llevar a las imágenes a la cercana Parroquia de la Concepción (la Virgen del Mayor Dolor acompañaba también al Señor).
Al no ser una visita que estuviera prevista, las puertas de la Parroquia tardaron un tiempo en abrirse, por lo que determinaron, ante la lluvia que arreciaba, cobijarse en el contiguo taller de coches, propiedad del jugador del Sevilla FC, Juan Araujo.
El Señor, dada su altura, no pudo entrar, por lo que hubo de esperar en la calle. El sacristán del templo parroquial no estaba presente, por lo que no podían entrar, al no contar con las llaves. Afortunadamente, la junta del Sagrado Corazón de Jesús dió acceso al capiller de la Hermandad del Gran Poder, Félix Acuña, por las dependencias parroquiales y con unas herramientas logró partir la falleba de la puerta principal, facilitando por fin, la entrada del Señor para que fuese cobijado. La Virgen entró tras Él.
Cuando el párroco llegó, la Hermandad ya estaba dentro y felicitó a los responsables diciéndoles que "habían hecho lo que tenían que hacer y además muy bien". Simultáneamente se había llamado a un empleado de Marvizón, de la fundición de curtidurías, para que reparara el destrozo.
Las imágenes permanecieron en el interior del templo hasta las cinco de la tarde, emprendiendo el camino hasta las casas de Amate.
Aquella emocionante e histórica visita significó, según cuentan los hermanos fundadores, el acicate principal para la creación de la Hermandad de penitencia de Nervión, que se hizo realidad cuatro años después.
Foto: Posiblemente de Luis Arenas.