Provincia. La Hermandad de Fátima de Osuna presenta el misterio de Ntro. Padre Jesús de la Salud, obra de Darío Fernández Parra
Arte Sacro. La Hermandad de Fátima presentó en pasadas fechas en cabildo general extraordinario, la maqueta de las imágenes que acompañarán a partir del año 2028 en su salida procesional de cada Miércoles Santo a Ntro. Padre Jesús de la Salud, obra de Darío Fernández Parra.
El misterio de la Presentación al Pueblo de Osuna tendrá como resultado una composición única, dinámica y de sencilla lectura. Con esa intención, lo que se pretende es que el momento del misterio que se representa cautive y emocione a todo aquel que lo contemple.
Cada imagen será tallada totalmente naturalista y basada en los principios estéticos del barroco andaluz siguiendo los cánones establecidos por la imagen de Ntro. Padre Jesús de la Salud. El misterio lo compondrán además del Señor, Poncio Pilatos, Claudia Prócula, dos soldados romanos, un sirviente con palangana y Barrabás. Cada imagen será concebida para ser vestida y por tanto el acabado externo de cada una se adaptará a las exigencias de la vestimenta.
La composición escultórica se plasma de la siguiente manera:
Se realza la imagen del Señor de la Salud en la parte protagonista de la composición del misterio con una forma piramidal, dando lugar a una escena armónica, dinámica y en movimiento.
La estructura del misterio se descompone en dos partes muy diferentes, pero con conversaciones y nexos entre ambas. En la primera parte, en el frontal del paso de misterio, se encuentran Poncio Pilatos, quien presenta a Jesús, y un soldado romano que tira de una soga mientras que la figura de Jesús avanza hasta situarse ante Pilatos. Las tres imágenes forman un triángulo donde se produce una conversación entre Pilatos, el soldado Romano y Jesús. La segunda parte, formada por dos grupos, en el costero izquierdo Barrabás concentra su mirada al Señor. Muy cerca de éste, aparece la figura de Claudia Prócula, esposa de Poncio Pilatos, quien con rechazo a la escena mira hacia atrás como muestra de su incomprensión ante la decisión de su marido. Por su parte, en el costero derecho, un soldado romano con lanza ordena a un sirviente que prepare la palangana para que Poncio Pilatos se lave las manos tras la presentación del Señor al pueblo.
El misterio se caracteriza por un juego de líneas geométricas y cruce de miradas que hacen que la escena conmocione y atraiga a cualquier espectador para que facilite la lectura de este.