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Una placa en la calle Cuna y un "nuevo" museo en Sevilla. Reyes Pro Jiménez


Anteriormente vimos en esta serie de “Detalles pequeños en una ciudad grande”, un detalle de la calle Cuna y hoy seguimos en ella. Estos detalles son importantes porque evocan la Historia de nuestra Ciudad, aunque habitualmente no nos fijamos bien en ellos o que casi no los conocemos. Y lo que no se conoce no se aprecia y menos aún se defiende, como decía mi abuelo Miguel, que los conozcamos y apreciemos será siempre nuestro objetivo.

Esta calle actualmente llamada Cuna ha tenido varios nombres antiguamente y según sus tramos: Arqueros desde 1248, Carpintería desde 1384 y Federico de Castro en el siglo XX, pero su denominación más conocida es Cuna. ¿por qué?

Félix García de León, (Las calles de Sevilla, 1839) nos dice que "la calle de la Cuna se denomina así porque en ella está el hospicio de niños expósitos, que llaman vulgarmente de la Cuna". 

En la fachada de Galerías Madrid vemos una placa de mármol que nos da el motivo pues procede de la antigua Casa Cuna de la que tomó el nombre la calle. Su texto es “QUONIAM PATER MEUS ET MATER MEA DERELIQUERUNT ME, DOMINUS AUTEM ASSUMPSIT ME”, que puede traducirse como “Si mi padre y mi madre me abandonasen, el Señor me recogería” o también “Porque mi padre y mi madre me desampararon, el Señor me recogió”. Es una cita del Libro de los Salmos de la Biblia, del rey David, en  referencia a la protección divina en situaciones de desgracia y desamparo.

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Placa de la Casa Cuna, foto: Reyes Pro

Efectivamente la situación de cientos y cientos de niños y niñas abandonados por distintas causas (pobreza muy extendida, temor a la propia familia o al deshonor por tener hijos fuera del matrimonio…) era terrible. En el “Manual para viajeros por Andalucía”, de Richard Ford, de 1830, se lee:

“Los que quieran cebarse en horrores pueden visitar el hospital de los expósitos, la cuna, que se llama en España, como si en efecto fuera la cuna y no el ataúd de los desgraciados niños…El número de esos niños es muy grande y aumenta rápidamente con la creciente pobreza, mientras que el dinero destinado a sustentarles disminuye por la misma razón...”

En la Casa Cuna se pretendía aliviar la situación de desamparo pero los medios, y a veces la voluntad de hacerlo, eran escasos. Se pretendía la atención material pero ante todo la espiritual. El profesor Álvarez Santaló señaló la preocupación por el bautismo de los ingresados en la Casa Cuna según documentos del Archivo de Protocolos de Sevilla (sección Casa Cuna, lib. 11, fol. 1r.): «apenas habían abierto los ojos a esta vida cuando se hallaban despojados della […] perdiendo no sólo la vida del cuerpo sino la eterna del alma […] por faltarles el agua del santo bautismo».

Según el plano de Sevilla de 1771, conocido como plano de Olavide por ser el Asistente que lo mandó levantar, la Casa Cuna se situaba entre las calles de la Sopa (hoy Goyeneta) y Acetres, sería un emplazamiento aproximado al del Cine Pathé, hoy sala de teatro y otros espectáculos. En el citado plano la vemos señalada con el número 145; tenía dos patios a los que se abrían varias salas y habitaciones. Pero no era la sede fundacional de la institución.

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Detalle del Plano de Olavide, 1771. 

Los orígenes de la Casa de Cuna de Sevilla se pueden datar  comienzos del siglo XVI, en una capilla en el Patio de los Naranjos de la Catedral, gracias a algunos miembros del cabildo de la misma. Ya en 1558 el arzobispo don Fernando Valdés instituye una Cofradía y Hermandad, bajo la advocación de Nuestra Señora del Amparo y Patriarca San José, que en 1590 se unió a la Hermandad a la Cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús, establecida en el convento de San Pablo, siendo dirigida por el Cabildo de la Catedral.

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San José y el Niño. Fondos Casa Cuna, Colección Diputación Provincial de Sevilla, iglesia de San Luis. Foto: Reyes Pro 

En 1627, por iniciativa del cardenal Diego de Guzmán, se hicieron reformas en el funcionamiento de la Casa Cuna pues pasó a ser regida por una junta de personalidades eclesiásticas y civiles, y se trasladó a la calle Francos donde permaneció de manera provisional hasta 1648 cuando se le proporcionaron unas casas en la antigua calle de la Carpintería (que pasaría a ser conocida como calle de la Cuna), casas que tras diversos pleitos fueron adquiridas en propiedad en 1661.

La suerte del niño o niña marcaba fundamentalmente su vida, enfrentada a las malas  condiciones de habitabilidad y escasez. Existían nodrizas contratadas con la obligación de dar de mamar, mecer, lavar y pasear los niños, en una lactancia de los niños que duraba hasta los 18 meses cumplidos, cuando las nodrizas podían conservar al niño en su propia casa hasta los cuatro años cuando o lo devolvían a la Casa o los prohijaban. Pero si no eran adoptados o prohijados a los seis años pasaban al Hospicio Provincial.

Además, las condiciones higiénicas y la deficiente alimentación provocaban unas altísimas tasas de mortalidad, que han sido estimadas entre un 60 y un 90% antes de los primeros seis meses de vida. En un altar de la cercana Colegial del Salvador había habilitado un simple hueco que comunicaba con el subsuelo del altar y por él se introducían directamente los pequeños cuerpos de los fallecidos.

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Tabla de Mandas, cartela y escudo de Andrés Conde de Rivera, c. 1670. Fondos Casa Cuna, Colección Diputación Provincial de Sevilla, iglesia de San Luis. Foto: Reyes Pro

Siempre fue una institución con pocos recursos y que dependía de las donaciones, pero la situación se agravó en los siglos XVIII y comienzos del XIX la Casa Cuna cuando pasó  momentos de gran necesidad. Desde 1837 la asistencia a los niños huérfanos o abandonados y en general a todos los necesitados y a todos los enfermos se secularizó con la creación de la Junta Municipal de Beneficencia y posteriormente se atribuyó a la Junta Provincial de Beneficencia la administración de la casa Cuna, aunque desde 1838 se hacen cargo del régimen interno del establecimiento las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

En 1848 se establecía como “Casa de Expósitos” siendo centro benéfico provincial y desde 1868 atribuyó a las diputaciones provinciales las funciones asistenciales que hasta entonces habían desempeñado las juntas de beneficencia. Veinte años después la Diputación Provincial se encargaría de la administración directa de los establecimientos benéficos. La casa acogería a niños abandonados, hijos de madres solteras, de casadas fruto de relación extramatrimonial, de viudas pobres, de viudos con hijos recién nacidos, de matrimonios sin recursos, madres sin suficiente leche para criar o que por necesidades de trabajo no pudieran atenderles.

En 1914 la Casa Cuna abandona la céntrica calle Cuna donde residió durante siglos y se traslada a  un nuevo edificio que se construye por Antonio Gómez Millán en estilo regionalista en unos terrenos de antiguas huertas cedidos por Regla Manjón Mergelina, condesa de Lebrija. Destacados pediatras como José González-Meneses Jiménez e Ignacio Gómez de Terreros dirigen la institución y  trabajan en ella las Hermanas de la Caridad.

La institución desaparece en 1987 sustituida por los Servicios de Atención a la Infancia de la Diputación Provincial en colaboración con la Junta de Andalucía, y el edificio construido en 1914 fue cedido en 1990 a la Fundación San Telmo.

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Fragmento del lienzo Sagrada Familia con niños expósitos, Anónimo, c. 1700.
Fondos Casa Cuna, Colección Diputación Provincial de Sevilla, iglesia de San Luis.
Foto: Reyes Pro

Recientemente la Diputación Provincial de Sevilla ha tenido la feliz iniciativa que aplaudimos de exponer las piezas de la colección de obras artísticas que posee como receptora de las antiguas instituciones asistenciales. Se han restaurado y habilitado para tal fin varias salas en San Luis de los Franceses, que en los horarios y régimen habituales de la Iglesia de San Luis pueden visitarse, lo cual recomendamos.

Bibliografía

- Álvarez Benavides y López, Manuel. Nomenclátor de Sevilla…, 1871 (facs, 2009)

City Tour. Un salmo del rey David, La antigua Casa Cuna …, 12/11/2020,  en:

https://www.citytoursevilla.com/condesa-de-lebrija/

- Diputación de Sevilla, Servicio de Archivo. Plataforma de Documentos Digitalizados, en:

https://archivo.dipusevilla.es/index.php/casa-cuna

- Ford, Richard. Manual para viajeros por Andalucía, Sevilla. 1830

- García de León, Félix. Las calles de Sevilla, 1839

- González Moreno, Joaquín. Calles de Sevilla, 1997

- Navarro Antolín, Carlos. ¿Qué dice el mensaje en latín de la misteriosa placa de la calle Cuna?, en:

https://www.diariodesevilla.es/la-caja-negra/mensaje-latin-misteriosa-placa-Cuna_0_1690331569.html

- Ravé Prieto, Juan Luis. San Luis de los Franceses, 2018

- VVAA. Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993









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