Provincia. Nuestra Señora de la Soledad Coronada recorrió las calles de Castilleja de la Cuesta en la Candelaria del Año Santo Jubilar
Manuel Pinto Montero. Los cohetes en el cielo y el repicar de las campanas anunciaban la salida gloriosa de la Virgen de la Soledad en una histórica mañana en la Festividad de la Presentación del Señor en el Templo o de la Purificación de la Virgen. La gloriosa procesión se enmarca dentro de los actos conmemorativos del XXVII Año Santo Jubilar de la Iglesia Católica y el LXXV Aniversario de la Proclamación del Dogma de la Asunción, unos actos que continuarán durante el presente año y que llevarán de nuevo a la Virgen de la Soledad a recorrer las calles de su pueblo en vísperas de la Festividad de la Asunción.
Castilleja de la Cuesta y su hermandad de la Plaza acompañó a Nuestra Señora de la Soledad Coronada en una fría mañana rezando el Santo Rosario hasta el Centro de la Obra Social de la propia corporación santiaguista. Las calles se engalanaron para recibir a la Santísima Virgen. Nuestra señora de la Soledad es obra de autor anónimo realizada en el último tercio del siglo XVI. La Hermandad ha logrado mantener la belleza primitiva de la imagen sin incorporarle lágrimas, algo propio de los siglos XVIII y XIX.
La Santísima Virgen de la Soledad ha procesionado sobre andas bellamente exornadas con flores de tonalidades blancas. Alumbraba a la imagen candelabros de guardabrisas en las esquinas. Para esta magna ocasión la Virgen de la Soledad lució saya blanca bordada y manto de terciopelo rojo bordado. En esta ocasión la Virgen ha portado al Divino Infante sobre su mano izquierda luciendo el tradicional batón blanco. Sobre sus sienes portó corona de plata y quedo todo el conjunto enmarcado en ráfaga de plata.
Los sones de la Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas la acompañaron en el traslado de vuelta al Templo de Santiago mientras que a la ida se pudieron escuchar las voces de los Coros Litúrgicos y de Campanilleros. La Hermandad de la Plaza y Castilleja de la Cuesta ya esperan la tarde del Viernes Santo y la gloriosa jornada del Domingo de Resurrección para contemplar una vez más a la Santísima Virgen por las calles de su pueblo en un año especial para todos los placeños.
Fotos: Manuel Pinto Montero.