Santa Inés, Veneración a la Sierva de Dios Doña María Coronel
Fco Javier Montiel. El convento de Santa Inés abrió sus puertas para que los fieles veneraran la imagen de Santa Inés y el cuerpo incorrupto de su fundadora, la Sierva de Dios Doña María Coronel, que permaneció expuesto en el coro bajo del monasterio, en la calle Doña María Coronel.
Santa Inés es recordada como aquella joven romana que prefirió la fidelidad a Cristo antes que los honores del mundo y pagó con su vida durante la persecución de Diocleciano a comienzos del siglo IV. Su ejemplo de pureza y valentía nutrió la devoción cristiana durante siglos y justificó su recuerdo litúrgico cada 21 de enero en la Iglesia.

La historia local está vinculada desde hace siglos a la gloria de la mártir con la casa que Doña María Coronel convirtió en claustro. El convento fue fundado por María Coronel en el siglo XIV, sobre el solar del palacio familiar, y desde entonces albergó la tradición de venerarla públicamente en la fecha de su tránsito.

Los fieles que acudieron hallaron una pequeña liturgia austera y un clima de oración; muchos pasaron a venerar la urna tras de la reja y a encomendar intenciones a la fundadora y a la mártir, como se ha hecho en Sevilla durante generaciones. La veneración se mantuvo como gesto sencillo de piedad, capaz de unir memoria histórica y consuelo espiritual en el corazón de la ciudad.

Quedaron así registradas la devoción y la historia: la joven mártir de Roma y la noble fundadora de Sevilla se encontraron en el mismo silencio de adoración, invitando a los creyentes a la contemplación y al recuerdo.
Fotos: Fco Javier Montiel
