Más de Siete Dolores. Francisco Santiago.
Este mes de noviembre es un mes muy duro para los cristianos, pues todo nos recuerda a los que ya no están con nosotros.
El cambio de horario, la tarde que se vuelve noche demasiado pronto, el frío, el silencio, la oscuridad y, sobre todo, el recuerdo.
Y Ella espera con ese dolor contenido el regreso de su Hijo. Ese mismo Hijo perdido y hallado en el Templo, y el que Poncio Pilatos dejó Cautivo en su Soledad ante la muchedumbre para que fuera cruficicado.
Y en sus Siete Dolores, espera que llegue pronto el mes de diciembre, mes que representa la Natividad y, a su vez el regreso del Hijo al templo del Santo Ángel.
Entre tanto, Ella implora con sus manos juntas por todos nosotros y, más allá de las lágrimas y el dolor, ese dulce rostro de María, bello como ninguno, evocando en cada mirada el amor que siempre nos ha declarado sin tapujos…
Gracias Madre.
Fotos: Francisco Santiago