Arte Sacro
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San Esteban. Ahora más que nunca. Antonio Sierra Escobar.


 Ahora más que nunca pienso en aquella Hermandad que conocí hace más de treinta años. Una Hermandad apasionada, inmersa en la ilusión y enorme responsabilidad que asumía al poner sus dos pasos a la calle con cuadrilla de HERMANOS Costaleros. Una Hermandad, donde los lúgubres y fríos días de Enero, se convertían en calurosas veladas de sábado de ensayos familiares; donde la voz quebrada de los capataces HERMANOS, sonaba en el silencio de la noche cerrada a repeluco de auténtico Martes Santo, tras burlar los dientes de la ojiva las últimas macollas de los varales forrados con tela.

Más que nunca recuerdo esos momentos imborrables, cuando el paso de misterio cargado de sacos de arena, paraba en la Alfalfa y un costalero HERMANO -de la primera- alto y espigado se subía al sitio que hoy ocupa-más o menos- el "perragorda" a repartir suculentos bocatas, mientras otro hacía lo mismo con las cajas de botellines, entre la algarabía de la cuadrilla; la guasa del aparcamiento de los pasos por la calle Amador de los Ríos, donde quiero recordar que un bar de algún conocido de la HERMANDAD nos esperaba y las hermosas claritas del día por la estrechez de Fabiola, donde incluso llegó a engancharse entre dos balcones, el palio.

Ahora más que nunca, recuerdo aquella HERMANDAD, simple y llana de barrio del centro y al bueno de su HERMANO Mayor, enjuto de nariz aguileña y sonrisa instantánea, tan macareno en su cita ineludible con las sabatinas, tan de SAN ESTEBAN, que su Teniente decía: "mira si es bueno que no lo puso nadie en el cargo, sino que estaba aquí por la gracia de Dios". Y bien que lo estaba -todos los días- en la primera casa HERMANDAD, esa que tenía tres pisos de escalera, frente a la vieja ferretería de la Puerta Carmona.

Allí se hacía presente Paco (quien dice Paco, dice Pepe, Manolo o Carlos)con el mono azul de trabajo o su chaqueta beige de cuadros; como también lo estaban la mayoría de sus oficiales y muchas mujeres empeñadas en aprender el noble oficio del corte y la confección de túnicas. Y recuerdo ahora más que nunca a un gran HERMANO que se mantuvo siempre en el anonimato, cuando su labor era realmente encomiable, a un excelente amigo que todas las semanas, hacía junto a sus Diputados de tramos, el recorrido de la HERMANDAD paso a paso y minuto a minuto para ensayar asativamente el horario e itinerario de la cofradía en la calle.

Como también recuerdo y quiero recordar ahora más que nunca, el trabajo y la dedicación de una priostía que solo le faltaba dormir en el cancel de la Iglesia para consagrarse en cuerpo y alma a la preparación de un campamento que llevaba a disfrutar a los niños y jóvenes marginados a la sierra de Cádiz y a un grupo joven siempre dispuesto y al servicio de su HERMANDAD, empeñado en desarrollar la cultura cofrade, fundador de un Coro que empezó cantando la Salve Rociera y terminó poniéndole estrofas al himno de Amargura.

Tantos buenos recuerdos se agolpan de momento, que es imposible destacar los sinsabores que sin duda hubo, ha habido y habrá. Pero esa HERMANDAD en la que yo siempre pienso, aquella que recuerdo ahora, la de los seiscientos HERMANOS y poco más de trescientos nazarenos; la que creció por entonces y siguió creciendo desde el hospitalario exilio de San Idelfonso, en la que ingresaron los hijos de ilustres alcaldes y destacados ediles hasta triplicar casi, su número de HERMANOS, viéndose obligada a improvisar juegos de insignias para no hacer interminables las filas de nazarenos que engrosaban la cofradía; la HERMANDAD de SAN ESTEBAN, por todos tan querida, la que goza de tanta simpatía en la Sevilla cofrade, la que en estos momentos TAN DELICADOS necesita de todos, porque hay HERMANOS que están sufriendo mucho mal que les sepa imposible a algunos y se estén frotando las manos otros. En esa HERMANDAD es en la que yo estoy pensando -ahora más que nunca- en la que siempre ha sido y tiene todo el futuro por delante para cuando queramos hacer HERMANDAD.

antonio_sierra_escobar@hotmail.com

Foto: Francisco Santiago










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