El Papa Benedicto XVI mantendría restricciones para comunión en la mano. aciprensa.com
El vaticanista italiano Andrea Tornielli informó que el Papa Benedicto XVI estaría considerando algunas modificaciones para la celebración de la Misa, mantendría la comunión en la mano como algo "extraordinario" y reformaría algunas partes del Misal para evitar abusos, darle mayor sacralidad a la Liturgia y favorecer la adoración eucarística.
En un artículo publicado en el diario Il Giornale y titulado "Ratzinger reforma la Misa: No más la hostia en la mano", Tornielli explica que el 4 de abril de este año, el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, entregó al Santo Padre un documento con el resultado de una votación reservada, ocurrida el 12 de marzo durante la plenaria del mencionado dicasterio para lo que sería el primer paso hacia la "reforma de la reforma" auspiciada por el Pontífice.
Casi por unanimidad, explica el vaticanista, los obispos miembros de esta Congregación decidieron: "darle mayor sacralidad al rito, recuperar el sentido de la adoración eucarística, recuperar el latín en la celebración y la reelaboración de las partes introductorias del Misa para poner un freno a los abusos, experimentaciones y la creatividad inoportuna".
Asimismo, señala, "se han mostrado favorables a reafirmar que el modo usual de recibir la comunión según las normas no es en la mano, sino en la boca. Si bien es cierto que existe un indulto que los permite, dado el pedido de algunos episcopados para distribuir la Eucaristía en la palma de la mano, esto debe permanecer como un hecho extraordinario".
Otra de las medidas sugeridas por el Cardenal Cañizares sería la de hacer que durante la consagración, al menos, el celebrante mire hacia el Oriente, "como sucedía antes de la reforma" litúrgica.
Estas proposiciones, inspiradas por el documento Sacrosanctum Concilium, están en línea con lo expresado por el Purpurado días atrás por la publicación mensual 30Giorni, a quienes dijo "a veces se ha cambiado por el simple gusto de cambiar respecto a un pasado percibido como del todo negativo y superado. A veces se concibe la reforma como una ruptura y no como un desarrollo orgánico de la Tradición".
Las propuestas de los obispos también incluyen el mayor uso del latín, así como la publicación de misales bilingües, solicitud hecha en su momento por el Papa Pablo VI, señala Tornielli.
El vaticanista precisa además que el Papa Benedicto XVI ya ha aprobado estas solicitudes, pues están "perfectamente en línea con la idea más de una vez expresada por Joseph Ratzinger cuando era todavía Cardenal, como atestigua los extractos inéditos sobre la liturgia anticipados ayer por Il Giornale que serán publicados en el libro Davanti al Protagonista (Ante el Protagonista); presentado en la víspera del Encuentro de Rimini" que se realiza en Roma.
Tras resaltar que el Santo Padre sabe que no sirve de mucho "lanzar directivas desde lo alto, con el riesgo de que sean letra muerta", Tornielli finaliza indicando que el estilo del Pontífice "es el de afrontar las cosas y sobre todo, el ejemplo. Como demuestra el hecho que, desde hace más de un año, quien desea recibir la comunión del Papa, debe arrodillarse sobre el reclinatorio preparado especialmente para las ceremonias".
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