Informe de la restauración de la Virgen de la Cabeza de Gloria por Rocío Saez Millán

Francisco Santiago. Como ya les adelantó este portal, en la misa de hermandad del domingo 12 de septiembre, a las 11,00 horas, será repuesta al culto la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza, tras su restauración realizada por Rocío Saez Millán.

Se ha quitado mecánicamente repintes localizados en la mano exenta y en la cara de la Virgen, en los cuales se acumulaban en las zonas de roce de la frente, mejilla y mano. La policromía del Niño por el contrario se encontraba en excelente estado de conservación, tan solo suciedad y desgaste de la capa de protección y roces y arañazos por fricción con el rostrillo de la Virgen.

Se ha quitado estuco superpuesto a la figura original en la zona de la cara de la Virgen, manos del Niño y de la Virgen, y del cuello del Niño. Se ha limpiado la superficie del manto y túnica de cúmulos de suciedad.

Se ha limpiado por completo la mano que sustenta el atributo y que presentaba en su vuelta una masilla sintética de plástico, caucho y glucosa en donde se engarzaba el madroño.

Se ha reintegrado volumetricamente y cromáticamente los faltantes de policromía, alfilerazos y demás. se ha fijado las grietas que se encontraban en la espalda causadas por unión de piezas y fendas por humedad, también una grieta de la mascarilla que desde la barbilla subía hasta la frente, llegando a verse madera.

Se ha cambiado el perno de la cabeza de la Virgen, y la sujeción del atributo a la mano. Se ha cambiado la peana, por una de madera de formas redondeadas, siguiendo la línea de la peana propia de la Virgen, realizada por Andrés Martín y policromada por Rocío S. Millán haciendo un marmoleado en rosa Buixcarró, con un tratamiento específico para las humedades.

Se ha revestido la Virgen y el Niño con cuero para protección futura contra alfilerazos y roces (trabajo realizado por Antonio Jesús del Castillo). Se ha cambiado el rostrillo de la Virgen por otro con el ovalo más grande y flexible para evitar futuros roces con el rostro del Niño. (Antonio Jesús del Castillo)

-Se ha podido comprobar que tiene al menos tres policromías visibles en las ropas, siendo dorada al menos la primera de las localizadas, cambiando el color anaranjado de las ropas del Niño y el blanco hueso de la túnica de la Virgen por otras tonalidades las cuales se emulan en los siguientes dos repintes, aparentemente este dorado tampoco es original.

Fotos: Daniel Villalba y Rocío Saez Millán